lunes, 23 de diciembre de 2013

Don Tomás Elicerio Carvallo cumplió 100 años

BELÉN, departamento de Concepción. El excombatiente de la Guerra del Chaco Tomás Elicerio Carvallo Cristaldo cumplió 100 años, y los festejó en compañía de sus familiares, amigos y vecinos de esta ciudad; el héroe es el único veterano vivo de la zona. 

A los 17 años fue al frente de batalla sin haber cumplido con el servicio militar obligatorio, luego de la contienda sufrió de tifoidea que casi lo llevó a la muerte, hoy vive con una de sus hijas, ya no camina y tiene dificultades en la audición.

Ariel Carvallo –uno de sus nietos– dijo que su abuelo es un verdadero ejemplo para toda la familia, siempre comentaba las anécdotas que vivió durante la guerra. “Mi abuelo se alistó en el Regimiento de Caballería número 7 “Florentín Oviedo”, luchó en el fortín Toledo y llegó hasta Bolivia. Nosotros estamos orgullosos de él, siempre nos ha inculcado valores como el respeto y la honestidad”, recordó.

El festejo se realizó en la mañana de ayer en esta ciudad donde familiares, vecinos y amigos del excombatiente llegaron a la casa de una de sus hijas para compartir un almuerzo. La Banda de Músicos de la 4ª División de Infantería llegó al sitio para homenajear al héroe con músicas relacionadas a la guerra contra Bolivia. 
Cuando vio a los militares que llegaban, don Tomás Carvallo dijo que le emocionaba volver a ver el uniforme.

La Municipalidad local le regaló una placa donde señalaba la bravura del soldado beleano que además fue camarada del abuelo del actual intendente Blas Medina (PLRA). Desde hace tres años que el excombatiente ya no puede caminar y se moviliza en silla de ruedas, además tiene problemas en la audición. Durante el festejo permaneció en su silla de ruedas recibiendo a sus invitados, después del mediodía se lo vio comiendo sopa paraguaya y pollo.

Don Tomás Elicerio Carvallo Cristaldo hace algunos años que enviudó, tuvo 5 hijos, tiene 16 nietos y 6 bisnietos, según sus familiares.


Fuente: ABC

domingo, 22 de diciembre de 2013

CAPITÁN DR. PEDRO J. CARLÉS

Esta señera figura, una verdadera gloria nacional, merece un capítulo aparte, por lo que me permito relatar algunas anécdotas en su breve pasaje por Concepción y que la vivimos con varios compañeros de juventud. 

Fue en los primeros días del mes de agosto de 1947, cuando estaban entrando las fuerzas gubernistas al mando del Cap. Manuel W. Chávez y el Cap. Pedro J. Carlés deambulaba por nuestras calles con el verde olivo, con el grado asimilado de Tte. 1ro. del cuadro de combatientes del ejército gubernista.

Fue en esos días de agosto en que apareció deambulando por nuestras calles un personaje, hablando y gritando todo tipo de ocurrencias, impresionando estar en avanzado estado de etilismo y que en realidad se trataba de un "Delirium Tremens", secuela del alcoholismo y en una de esas mañanas iba este señor gritando por la principal calle "Presidente Franco" en dirección al puerto, a quien le observábamos sin saber de quién se trataba. Al llegar a la altura del "Hotel Francés" vemos que el Cap. Chávez se apea de su moto y con bofetadas y patadas lo tira al suelo. 

Esto causó indignación en todos los que observaban el espectáculo y ahí recién nos enteramos que se trataba del Dr. Pedro J. Carlés, ese gran poeta oriundo de San Lorenzo. Al día siguiente nos encontrábamos reunidos con los amigos Juan B. Villa Cabañas (Lote), un gran pianista ya desaparecido y su hermano Helios Villa Cabañas en su domicilio y hablando del caso con su padre, el intelectual escritor concepcionero don Benigno Villa Quevedo, ya nombrado Delegado de Gobierno a poco de ingresar a nuestra ciudad con las tropas gubernistas quien nos relató que Pedro Carlés era uno de los autores de la conocida guarania "Noches del Paraguay" y que le había plagiado el famoso Samuel Aguayo y que en todas las grabaciones figuraba como letra y música de este gran plagiador y que la música pertenecía a un gran músico concepcionero llamado Belisario Medina. 

Según contaba don Benigno, un músico correntino llamado don Enrique Gayoso, muy amigo de Belisario Medina, a quien acompañó muchos años, le había regalado 70 pentagramas de su creación y éste, en un bar de Corrientes, entre trago y trago vendió a Aguayo las 70 obras por unos 70 pesos argentinos.

Sabemos, por relato de familiares que luego de la guerra del Chaco, don Belisario seguía componiendo músicas y entre éstas se encuentran las más hermosas guaranias conocidas que se llaman "Oroite", "3 de Mayo" y muchas otras famosas que figuran todas a nombre de Aguayo y que nunca quiso registrarlas y que al parecer solamente una música la registró en el Ministerio de Educación.

Belisario Medina falleció en 1939 y la menor de sus hijas tenía entonces 9 años, por lo que no puede aportar mayormente datos de su padre. Pero su esposa doña Josefa Alborno de Medina y su hermano el Cap. de Navío (P.A.N.) Juan José Alborno, ambos ya fallecidos, han dejado muchos testimonios. Según doña Josefa, a pesar de su insistencia nunca dejó partituras de todas sus obras y tampoco quería registrarlas. Belisario, de su espontánea inspiración o a pedido de alguien, en pocas horas ya tenía la música para las letras que se le presentaba. 

Era un musicólogo, tal vez no de la talla completa en musicología de su hermano César Medina, a quien se le dedica otro capítulo, pero cuenta el Cap. Alborno que durante la Guerra del Chaco, Belisario formó con 40 músicos la Primera Orquesta Sinfónica del Paraguay y recorrió escenarios de Concepción, Asunción y otras ciudades dando conciertos a beneficio de los combatientes. Era su costumbre, cuando pocas horas antes de los conciertos, escribía la música de alguna poesía y en pleno teatro era clásico en él anunciar al público que se estrenaba de inmediato la polca tal o la guarania tal, que le pertenece a.... (miraba a sus cuarenta músicos y apuntando decía: A Enrique Gayoso, a fulano de tal o a mengano y nunca se refirió a su autoría).

Cuenta el Cap. Alborno que en Pto. Casado le presentaron una poesía en guaraní para que le ponga la música y en una hora estuvo hecha la composición. Era nada más y nada menos: que "NOCHES DEL PARAGUAY", pero con otro título en guaraní. Mucho tiempo después, según Benigno Villa y corroborado ante mis amigos por el mismo Carlés, él se inspiró en esa música y le puso la letra en castellano que es tal como se la conoce hoy.

Según Benigno Villa y la misma doña Josefa, como así también lo atestiguan los hijos mayores, todos ellos le insistían a Belisario para que le querelle a Samuel Aguayo por haberle robado la casi totalidad de sus creaciones, pero su espíritu bondadoso y su deseo de no entrar en disputa con nadie, decía que no y que no y que sigan nomás las cosas tal como están hechas. El hijo mayor de Belisario, el Lic. Rubens Medina Alborno está radicado, desde que dejó su Concepción natal, en Washington, donde se desempeña como jefe de la Biblioteca latinoamericana del Congreso de los EE.UU. y muy conocedor de la historia de su padre, estoy esperando un relato verídico para insertarlo en esta obra como valiosa colaboración. Ya van tres años que estoy insistiendo y lamentablemente hasta hoy no tengo respuesta.

Con respecto a esta guarania tan conocida no sólo en el Paraguay, sino también en el mundo entero, paso a relatar el testimonio de Pedro J. Carlés en aquellos días en que estaba terminando la Revolución y que ya en parte relaté más arriba. En nuestro grupo de estudiantes habían seis pianistas de muy buena formación musical y en la casa de uno de ellos: Carlos Manuel (Muby) Paradeda Quevedo(+) en el edificio italianizante de la famosa Ferretería Paradeda (de Jerónimo Paradeda y luego de su hijo Manuel Paradeda (don Lilito de grata memoria) sobre la calle Presidente Franco), nos reuníamos todos los días para el tereré y para escuchar las interpretaciones de los pianistas y fue así que, una vez conocida la identidad de Pedro J. Carlés, lo vimos acercarse por la vereda de la Mansión Irigoyen y decidimos entrar en la sala donde Carlos Manuel comenzó a ejecutar "Noches del Paraguay". 

Al escuchar Carlés, frenó su marcha cansina, cruzó la calzada y ya en el portal pidió permiso para entrar y nos espetó: ¿Uds. saben lo que están interpretando en el piano?. Entraba suspirando profundamente. Sí, le respondió Carlos Manuel, se trata de "Noches del Paraguay". Dirigiéndose nuevamente a los presentes dijo: Perdonen amigos que les relate la historia de esta música, la letra es mía. Yo viajaba en un trasatlántico con destino a Holanda para culminar mis estudios de Bioquímica y donde recibí el título de Doctor. Por la noche, luego de la cena, salí a dar un paseo por cubierta y lo único que podía contemplar era un cielo negro cuajado de estrellas y una hermosa luna llena, que me hizo poner la mano sobre el corazón, henchido de inspiración, pensando que esa luna hermosa me hacía recordar y añorar las noches del Paraguay, pero que en realidad no me parecía más hermosa que las del Paraguay y así nació los versos de esa hermosa canción que cruzó todas las fronteras del mundo.



Fuente: Tomado de VIVENCIAS Y CALAMIDADES DE LA REVOLUCIÓN DEL 47
Autor: Dr. PEDRO D. RUSO SKURICH

Cleofe Centurión: Un héroe norteño

A pesar de tener 102 años, Cleofe Centurión tiene vivas en su memoria las anécdotas de sus días de lucha en la Guerra del Chaco y hoy las cuenta desde su natal Concepción. En su relato insiste en que el agua era uno de los tesoros más preciados por los soldados paraguayos.
Cleofe Centurión nació en Concepción, 470 km al norte de Asunción. En sus calles creció e hizo sus primeros amigos. Cuando tuvo la edad requerida, fue a cumplir con el servicio militar obligatorio en la capital del primer departamento, como cualquier joven respetuoso de las costumbres y luego volvió a su casa, con el objetivo de trabajar, casarse y formar una familia. Pero cuando cumplió 21 años, se desató la guerra entre nuestro país y Bolivia. El joven, sin dudar, se presentó al frente de batalla.

En ese momento, su hermano Telmo estaba como conscripto en Concepción y también fue a la guerra. Cleofe fue con la ilusión de encontrarlo y defender juntos al país. Sin embargo, las cosas no eran como esperaba y se reencontraron recién tres años y nueve días después.

De las varias anécdotas que vivó en la línea de combate, don Cleofe −quien llegó a ascender a cabo segundo− hizo énfasis en que el agua era muy preciada por los combatientes. A pesar de que se les hacía llegar, nunca era suficiente porque el calor era intenso en el árido Chaco y conseguirla se hacía cada vez más difícil. Los comandantes enviaban a los soldados a traer agua acumulada en pequeños tajamares ubicados en las cercanías de sus campamentos.

En uno de los días en que estaban en la línea de combate pasaron dos soldados que traían el líquido vital en recipientes, desde una zona cercana donde había una aguada. Uno de sus camaradas estaba con mucha sed y ya casi lánguido, por lo que don Cleofe les alteó y les dijo que dieran un poco de agua a su compañero. Estos se negaron a hacerlo porque debían llevar la carga a otro sitio; entonces, Cleofe le dijo a uno de ellos que diera a su compañero el agua o de lo contrario él les dispararía, el soldado no tuvo opción y les dejó casi medio litro, todo un lujo para el momento. Pero nuestro héroe aclaró que “no lo iba a matar, solo lo hice en forma intimidatoria, porque no podía dejar que mi compañero muera de sed”.

Son varias las anécdotas que se sucedieron durante los años que duró la contienda. “La comida no faltaba”, indicó. También rememoró que cuando encontraban huellas de animales y en estas se juntaban agua, la bebían con bombilla; asimismo, cuando pasaban por una zona donde había agua, sus compañeros que ya tenían mucha sed mojaban un pedazo de tela y la ponían sobre su estómago.

Herido

Durante la contienda contra Bolivia, Cleofe fue herido en el muslo izquierdo en un asalto a un campamento boliviano en Aliguatá. Al quedar herido, sus superiores ordenaron que lo llevaran al Hospital de Isla Po’i, en el que recibió atención médica. Posteriormente, llegó en tren a Puerto Casado y desde ese lugar en una embarcación llegó al puerto de Concepción, donde estuvo un mes y después fue trasladado a Asunción, donde finalmente fue operado, rememoró.

Indicó que luego de recuperarse fue derivado al cuartel instalado en Concepción, donde luego de una discusión con un teniente fue enviado de vuelta al Chaco. Como en su foja figuraba que fue herido, lo quisieron dejar como camillero en el hospital montado en Puerto Casado, pero se negó a hacerlo y nuevamente fue designado para defender a la patria en el campo de batalla, por más de un año.

En 2007, don Cleofe recibió la condecoración “Cruz del Defensor”, otorgada por el Ministerio de Defensa Nacional y en 2011 fue reconocido por autoridades locales como “Héroe concepcionero de la Guerra del Chaco”. Tiene 10 hijos, 47 nietos, 66 bisnietos y un tataranieto. Quedó viudo en 1974 y no se volvió a casar.

Ganas de vivir

Don Cleofe Ramón Centurión Laguardia recordó con sorprendente lucidez que nació en la compañía Laguna Cristo Rey, distrito de Concepción, el 9 de abril de 1911 y desde muy joven trabajó en las estancias de la zona. Desde hace algunos años tiene problemas de audición, se moviliza ayudado por un bastón y perdió la visión de uno de sus ojos. Sus familiares mencionaron que duerme entre las 19:00 y 19:30 y se despierta a las 05:30, todos los días. Además, destacaron su lucidez y ganas de viajar. Para mantenerse, la dieta de don Cleofe se basa en carne, huevo, leche, miel de abeja y jugo natural.


Fuente: abc.com.py

domingo, 17 de noviembre de 2013

Puerto Casado: Pescadores quemados por el sol, la vida en el río

Todo comenzó con una Ruta Quetzal inolvidable que marcó a todos sus participantes. Paraguay fue el país que marcó en especial a dos de ellos.

Puerto Casado
Pescadores en Puerto Casado

En la margen derecha del río Paraguay, antes de llegar a Corumba, en pleno Pantanal brasileño, existe uno de los mayores latifundios de toda sudamérica donde hay una vieja fábrica de tanino, un producto que se empleaba para curtir la piel.
Hoy la materia prima que se extraía del Quebracho, un árbol abundante en las 6.500.000 de hectáreas, ya no la demanda el mercado y la fábrica está paralizada. La población tiene una densidad de 0,4 personas por kilómetro cuadrado y desde allí partieron los menonitas para internarse y colonizar el Chaco central.

El Chaco, el río Paraguay y la nave Bahía Negra

El Río Paraguay está entre los 40 rios más grandes del mundo, con una longitud de 2.625 kilómetros. Nace en Brasil y después de discurrir brevemente por Bolivia cruza Paraguay. Divide a la nación en dos regiones ecológicamente distintas. Al oeste se encuentra el Gran Chaco, considerada el área de bosque seco más grande de América del Sur y la extensión forestal más grande del continente, después del Amazonas.
Hacia el otro lado, el Bosque Atlántico del Alto Paraná es uno de los bosques más diversos y amenazados del mundo. El barco Bahía Negra es una nave que se fabricó en unos astilleros bilbaínos en el año 1964 y estaba aún activo como un buque de pasajeros fluvial en Diciembre de 1997. En Abril del 2003 se encontraba parcialmente desmantelado en Asunción.

Original centro comercial

Al fondo, dando la espalda a una estampa a la que ya deben estar acostumbrados, dos barcos construídos en un astillero bilbaíno, a miles de kilómetros de allí. Un poco más cerca de una de las orillas del Río Paraguay hay una frágil embarcación, en donde una niña espera a que su padre vuelva. Está comprando una garrafa del carísimo gas importado de Argentina. Atracado a un puerto natural, hoy está el barco que semanalmente abastece a la pequeña población ribereña de un sin fin de productos traídos desde la capital, Asunción.
Un joven lava en el río una garrafa en donde pedirá que le pongan un par de litros de alcohol para quemar. Un equilibrista carga con un pesado saco de harina de mandioca que servirá a los pobladores para hacer pan, dulces y fideos. En la frágil embarcación de madera, los lugareños pueden comprar productos tan dispares como leña, combustible, ropa, alimentos y hasta remedios para la salud. A cuantas grandes superficies les gustaría rentabilizar su espacio como lo hacen los dueños de estos pocos metros cuadrados flotantes. Toda una lección de economía.

Quemados por el sol

No pude reflejar en una foto el rostro del pescador. No quise molestarle, estaba tan concentrado con sus rudimentarios aparejos de pesca que no me atreví a llamarle. Aquel hombre estaba sentado, casi haciendo malabares, en la proa de su barquito de madera. Una materia prima, que antaño fue muy abundante, pero que ahora con la explotación de los bosques del país cada día son más escasos árboles como los cedros, los lapachos y los timbó con el que hacer todo tipo de manufacturas de madera. El en su frágil embarcación y yo, en un mastodonte de acero fabricado en Europa. O no llevaba mucho tiempo allí, o la pesca es escasa en ese tramo del río. 

Solo vi una piraña destripada que estaba utilizando como cebo. La caña era una sencilla rama de árbol, el sedal un pequeño cordón rojo. Su piel y su remera estaban quemadas por tanta horas de exposición al sol. En un momento dado, giró la cabeza hacía arriba y me quedé helado, sus ojos de un azul extraño me dejaron cegado, petrificado. No fui capaz de retener esa mirada, la última foto la disparé un par de segundos antes. Malditos carretes de película, aún no había llegado la fotografía digital. Espero que esos ojos no estén muy dañados por el reflejo del sol en el agua, ojalá que sigan viendo para que lo disfruten otros. ¡Yo tengo clavada esa mirada y será para siempre!.



La vida en el río

Mientras la señora se pasa y se gana la vida limpiando las vísceras de los animales que “carnean” en un matadero cercano, él se dedica a “platicar” para entretener a su compañera. En muchas partes del Paraguay casi siempre los roles suelen ser muy machistas. En las latitudes donde está Concepción (cerca del trópico de Capricornio) a la horas centrales del día, el cerebro no está para procesar muchos datos, la combinación de humedad y el calor hacen que el flujo sanguíneo que llega al cerebro sea más bien escaso.
Pobre animal (el carneado) pobre señora (por su trabajo) y pobre sintonizador de radio (el compañero). Solo faltaría que el simpatizara con el Olimpia, el Club de futbol más pudiente del país y ella con el Cerro porteño, el de la gente más humilde. ¡Para qué queremos más!

Difícil control

El río Paraguay está entre los ríos más grandes de América. Tiene una longitud total de 2.625 kilómetros y en buena parte de su recorrido es una frontera natural entre Bolivia/Brasil, Paraguay/Brasil y Argentina/Paraguay. Tan extensas y remotas en algunos puntos de su recorrido que son fácil blanco para el contrabando de todo tipo de mercancías, legales e ilegales, sobre todo en su frontera norte con Brasil.
Desde la explotación y contrabando de maderas nobles hasta los vuelos de pequeñas aeronaves que llegan cargadas de marihuana, producida en el país, o de la cocaína, que utilizan el despoblado Chaco para hacer escala con dirección a mercados más rentables económicamente.

Por la proa o por la popa

Para desprenderse de los desperdicios orgánicos que se originaba en las dos naves de la expedición, lo más sencillo era lanzarlos directamente al inmenso caudal del río Paraguay. La rica fauna que vive en sus aguas (230 especies de peces y 46 de anfibios) se encargará, en cuestión de minutos, de dar buena cuenta de lo que les llegue desde el exterior.
Ninguna de aquellas especies del ecosistema se atrevió a engullir al amigo de la foto. A Sancho González Green no hay boca (no humana) que se atreva a hincarle el diente. Y no por duro, sino por luchador.


Fuente: http://www.hechosdehoy.com/pescadores-en-puerto-casado-quemados-por-el-sol-la-vida-en-31686.htm

lunes, 12 de agosto de 2013

Policía herido por EPP: “Fuerza y sigan luchando”

Acostado en compañía de sus allegados, con la esperanza de que las secuelas que sufrió en un atentado con bomba del EPP ya desaparezcan, el suboficial Edgar Fariña está en el hospital de Policía.

Los ojos del policía se llenan de felicidad al ver que un equipo de periodistas ingresa a su habitación. Sus familiares nos abrieron las puertas del lugar, para que su hijo – postrado en cama – no sea olvidado. Fariña es una de las tantas víctimas del criminal grupo Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).

En la tarde del 21 de abril, mientras varias personas aún elegían al nuevo presidente de Paraguay. Varios policías se dirigieron presurosos a Kurusu de Hierro, Concepción, atendiendo a que la comisaría local era atacada por el EPP. Fariña se encontraba entre los intervinientes.

Terminado el operativo, un convoy de patrulleras policiales se desplazó por un oscuro camino de tierra. Al pasar un puente, alguien activó una bomba que dañó a uno de los rodados policiales; el suboficial Cirilo Díaz falleció y Fariña quedó muy mal herido.

Meses después, el suboficial se recupera satisfactoriamente, pero quedó con secuelas. Ya no puede valerse de si mismo en algunas cosas y solo se puede movilizar en silla de ruedas.
METAS

El suboficial Fariña, lejos de caer en la tristeza, le tiene mucha fe a su futuro. Sabe que ya no será policía pero eso no le corta la esperanza de progresar en la vida. Comenta que ni bien termine su tratamiento, estudiará administración.

“Mi sueño es estudiar otra vez después otra cosa, estoy pensando estudiar administración”, comentó.

Con una sonrisa, agradeció la constante compañía de sus papás, Irma Fernández y Ramón Fariña, así como de los hermanos. Su familia no dudó en dejar la compañía 25 de abril de Horqueta, para instalarse en el hospital de Policía y no dejar solo a Edgar.

Un capítulo aparte se lo merece su novia Cintia González (20), quien no dudó un instante en abandonar sus estudios, para prodigarse a su cuidado. “Después de salir de acá, si Dios quiere, nos vamos a casar”, expresó.

Sobre la fatídica noche de la explosión, manifestó que los policías del norte están entrenados para esperar lo peor.

“Estoy bien consciente de lo que pasó, porque estaba para eso allá; estoy muy orgulloso porque ese era mi trabajo, ese es el trabajo de nuestra policía”, manifestó.




Recordó que participó de un entrenamiento para estar en zonas peligrosas, lo cual le ayudó bastante para sobrellevar las secuelas del atentado. “Nosotros hicimos un curso, justamente para estar en esa zona y para luchar contra ellos, estábamos conscientes y con temor”, puntualizó.

Sus familiares destacaron la atención del hospital, pero la hermana Irma Fernández lamentó que los jefes policiales ya no visitan a Edgar. Creen que el tratamiento durará un año más y que el resultado será auspicioso. El suboficial tiene que ser sometido a una nueva cirugía.

Fariña estaba asignado al destacamento policial de Hugua Ñandu, pero el día del atentado estaba asignado como refuerzo de la comisaría de Arroyito. Tiene 23 años y es el tercero de seis hermanos.

Pese a su acto de heroísmo, el gobierno de Federico Franco no le brindó ningún tipo de reconocimiento por su labor. El policía sigue percibiendo su salario mensual.

La conversación con Edgar concluyó con un mensaje que el brindó a sus amigos y camaradas: “Mucha fuerza les doy y que luchen, que se cuiden, porque esta gente (EPP) es muy peligrosa y cobarde”, indicó.


Historia del suceso

El joven uniformado, uno de los mejores del Curso de Operaciones Rurales (COR), fue comisionado junto a su grupo como refuerzos en la comisaría 13ª de Arroyito, luego de que se interceptara un plan de ataque del EPP, que desafortunadamente se llevaría a cabo ese día.

Fariña y su grupo se desplazaron rápidamente desde su base hacia la zona de Kurusu de Hierro, inmediatamente después de que la comisaría 21ª fuera atacada a tiros, desde el frente y desde atrás de la unidad.

Este primer tiroteo dejó como saldo dos policías heridos, los suboficiales ayudantes Walterio González y Javier Machuca, aunque el EPP también sufrió una baja, la de Francisco Denis Almirón, un poblador de Kurusu de Hierro quien había iniciado la balacera desde una motocicleta en movimiento.

La explosión


Ya a últimas horas de la tarde, cuando las fuerzas especiales se disponían a replegarse, el suboficial Édgar Fariña subió a la carrocería de la patrullera Delta 1, asignada al jefe de Policía de Concepción, Crio. Princ. Antonio Gamarra.

El vehículo encabezó el convoy que iba a retornar a la ciudad de Concepción, aunque justamente por medidas de seguridad prefirieron regresar por Azotey y no por Horqueta. Sin embargo, casi inesperadamente, a solo ocho kilómetros de la comisaría de Kurusu de Hierro, recientemente atacada y en medio de la nada, se escuchó una fuerte explosión, que casi volcó la camioneta.

“Yo me iba sobre una madera, en la carrocería de la patrullera, y cuando escuché la detonación me caí sobre el oficial ayudante Alfredo Guerrero y el suboficial 2º Víctor Samuel Chávez, quienes estaban conmigo. A partir de entonces, solo escuché más detonaciones”, dijo ayer Fariña en su sala de internación del policlínico policial, al referirse al ataque a tiros que siguió al atentado con bomba contra el convoy policial.

Bombas y tiros

Los miembros del EPP, como esperando que los policías pasaran por Paso Tuyá, prepararon un dispositivo explosivo casero, activado a distancia por uno de los criminales, y luego también tres tiradores de la banda salieron del monte y rociaron a balazos la camioneta.

Pese a que los otros policías reaccionaron, en la cabina del móvil Delta 1, en el asiento trasero, detrás del acompañante, el suboficial 2º Cirilo Díaz Escobar (29) había quedado inmóvil y con una herida de metralla que le atravesó la cabeza y le produjo la muerte en el acto.

Los tres heridos, entre ellos Fariña, fueron derivados luego de la balacera a Santa Rosa del Aguaray y después traídos a Asunción.


En cama


De momento, luego de varias complejas intervenciones, el suboficial Édgar Fariña Fernández permanece postrado en cama, aunque dice no perder la esperanza de recuperarse y volver a la Policía. Sin embargo, también reconoce que fue un afortunado por sobrevivir.

Fuente: ABC

domingo, 7 de julio de 2013

La matanza de Puerto Pinasco

Una de las tragedias más desconocidas del país es la huelga y masacre de obreros de dicha ciudad del Alto Paraguay, en julio de 1927, que el Gobierno ocultó.

En realidad, la represión aconteció el día viernes 15 de julio de 1927, en Puerto Pinasco, entonces enclave taninero perteneciente a la empresa norteamericana, International Products Corporation (IPC). En esos años el tanino fue uno de los principales productos de exportación del país y la misma IPC su productor más grande, representando casi el 50% del total. El plantel de personal de IPC —en el puerto, la fábrica, el ferrocarril, y los hacheros contratados en los obrajes— era del orden de 3.000 personas, de lejos el mayor empleador en todo el país.

Pero también fueron años de creciente contestación obrera a las pésimas condiciones de trabajo que caracterizaban la época liberal. Una serie de grandes huelgas habían sacudido antes a Pinasco —en 1913 y 1922/23—, cuando hasta se fugó el comisario Wagner y se instaló en su reemplazo una guarnición militar a cargo de un mayor Barboza.

FERROCARRIL DE PUERTO PINASCO
Todas estas luchas apuntaban a la introducción de derechos laborales básicos, tal como las ocho horas diarias (en vez de las 12 horas que fue la norma en la fábrica). Además, una reivindicación constante fueron "la apertura" del puerto y el libre ingreso de vendedores de productos básicos para competir con el monopolio ejercido por la despensa de la empresa, que explotaba al personal mediante el sistema de compra por 'vales'. Pero, en su afán de mejorar sus condiciones, los obreros tropezaban con la férrea negación de la IPC, durante décadas, de permitir un sindicato.

Existe poca información acerca del origen de la protesta de 1927, aunque probablemente fue liderada por los hacheros, los más explotados del personal, a quienes se les pagaba por trabajo a destajo, a través de terceros, y con mucha demora. Ellos se organizaron en diferentes puntos de la vía férrea, que se extendía 145 km tierra adentro. Hasta se dice que se creó un club de fútbol, Sol Naciente, con miras a aprovechar la tranquilidad de la cancha —ubicada a cierta distancia del casco urbano— para conversar libremente de temas sindicales.

El día de la masacre

El viernes 15 de julio de 1927, los huelguistas bajaron hasta el puerto, donde consiguieron la solidaridad de los obreros de la fábrica y del puerto. Sus demandas fueron las de siempre: apertura del puerto, atención médica a sus familiares y un aumento salarial. Al serles negados sus reclamos, como medida de protesta ocuparon la usina y la comisaría, amenazando con incendiar la fábrica y los depósitos. La respuesta de la Gerencia fue contundente. El comisario local, que en la práctica actuaba como funcionario de la empresa, mandó apresar a los líderes de la "comisión directiva" de la huelga. Pero al serle imposible realizarlo, la empresa envió un mensaje por código Morse pidiendo auxilio al cuartel de Concepción, que envió un pelotón de 30-35 soldados. Estos, al llegar a Pinasco, en su intento de desocupar el puerto, ametrallaron a los huelguistas. Hay diferentes versiones sobre el número de muertos, que varía entre "una docena de víctimas entre muertos y heridos graves" (Milda Rivarola) y "más de veinte" (Juan Alfredo Ramírez). Increíblemente, no existe testimonio personal de lo ocurrido, y de los obreros que murieron, apenas sabemos algunos nombres. 

Debido a la gran distancia y las pésimas comunicaciones con el interior del país entonces, solamente unas magras y distorsionadas noticias se filtraron en Asunción sobre lo acontecido. Los diarios El Diario y El Liberal basaban sus informes acerca de los "sucesos de Pinasco" en declaraciones de Eusebio Ayala, quien había viajado a Pinasco después de la matanza. De hecho, sus declaraciones a la prensa son muy cuestionables, dado que, además de ser primo del entonces presidente Eligio Ayala (1924-28) y Rector de la Universidad Nacional, ¡ocupaba en esos años el cargo de vicepresidente de la IPC y fue su director regional en Asunción! Eusebio Ayala hablaba de un duro enfrentamiento, pero no menciona en absoluto la existencia de muertos. Dice que "no fue una huelga, sino un atentado anarquista frustrado", y vuelca toda la culpa a un grupo de exaltados, liderados por "... un individuo de nombre Benigno Castaño, desertor del Ejército argentino". Aunque Ayala admite que "... el administrador, Sr. Scott, recibió una hoja sin firma, escrita con visible prisa, pidiendo la jornada de ocho horas y otras mejoras", finaliza la entrevista con una extraordinaria apreciación acerca de la IPC: "No creo que haya ningún establecimiento en la República en el cual los obreros tengan un trato mejor".

Repercusión en Asunción


Después de la masacre, la IPC expulsó en barco a los doce 'directores' del movimiento, junto con "poco más de cien seguidores y sus familias". Es solamente con el gran impacto producido en Asunción con la llegada de ellos al puerto, el día lunes 18, incluyendo varios obreros gravemente heridos, que empieza a circular otra versión de lo ocurrido. El martes 19 de julio se organiza un gran mitin de protesta por la represión sindical realizada por el Gobierno de Eligio Ayala, en el cual hablaron Hérib Campos Cervera y Obdulio Barthe.

Es entendible que los liberales de la época hayan tratado —con mucho éxito— de encubrir la matanza de Puerto Pinasco. No es difícil imaginar que un arreglo privado entre Eusebio y Eligio —respectivamente el principal director local de la empresa y el Jefe de Estado— explique por qué nunca hubo una investigación oficial acerca de la matanza, por qué ningún policía fue arrestado por la matanza y por qué la misma IPC nunca recibió ninguna amonestación por lo ocurrido.

Pero surge la incógnita de por qué en años posteriores el movimiento obrero no haya destacado el significado que la matanza merece en la historia popular del Paraguay. En parte esto se debió a la gran pugna ideológica, durante la segunda parte de la década de 1920, entre socialistas (Unión Obrera del Paraguay, UOP) y anarquistas (Centro Obrero Regional del Paraguay, CORP) por el control del movimiento sindical en auge. De hecho, para 1927 el liderazgo nacional del movimiento obrero estuvo firmemente bajo el control de los socialistas, quienes se oponían a los líderes de la huelga en Pinasco, de tendencia mayormente anarquista. Pero también pueden haber incidido la gran división ocurrida en 1927 en el Partido Colorado y la posterior influencia en Puerto Pinasco del incipiente movimiento sindical colorado, Organización Republicana Obrera (ORO), cuya línea fue férreamente opuesta a la del Partido Comunista Paraguayo (PCP), también en ciernes. De hecho, el único libro acerca de la matanza, Sangre Proletaria: Masacre de Puerto Pinasco, aun cuando nunca publicado, fue escrito por Enrique Volta Gaona, líder de la ORO y posteriormente hombre duro de la dictadura de Stroessner.

Durante décadas, después de la matanza, el conflicto laboral en Pinasco seguía siendo tirante. En una posible represalia, el 1 de diciembre de 1929, el Dr. Macdonald, un médico inglés recién llegado para trabajar en la empresa, murió en una emboscada, en compañía del gerente, Mr. J. H. Scott, en las afueras del puerto, cuando inspeccionaban un obraje. Se supone que la bala, tirada por desconocidos desde un bosque, fue dirigida a Scott, de nacionalidad canadiense, quien fue gerente en el momento de la masacre de 1927.

Más de tres décadas después, el 1 de agosto de 1960, en medio de las convulsiones producidas en el país por las incursiones guerrilleras del 14 de Mayo y el FULNA, en Pinasco se inició una dura huelga por aumento de salarios. Cuando, como medida de presión, el centro de expendio, monopolio de la empresa, dejó de disponer de artículos de primera necesidad, "los nervios crisparon tangiblemente los ánimos" de los huelguistas. El 14 de agosto, el entonces gerente —muy odiado—, José María Comezaña, de nacionalidad argentina, murió en su oficina, apuñalado por un grupo de obreros, dirigido por el estibador Albino Rodas. Otra vez las tropas fueron enviadas desde Concepción y Puerto Olimpo, "con miras a proteger la propiedad privada de la empresa". La huelga duró 90 días y derivó en el despido masivo de 838 obreros.

Una postura disidente

En 1927, un solo diario de la época marcó una postura disidente con respecto a la versión oficial de "los sucesos de Puerto Pinasco". En su lectura se nota una fuerte resonancia con los reclamos populares, en la actualidad, acerca del esclarecimiento de otra terrible matanza —la de Marina Cué, acaecida el 15 de junio de 2012—: "El Gobierno Nacional está en el deber de investigar cuanto antes la verdad de los sucesos ocurridos en aquella localidad. Debe destacar un funcionario de alta jerarquía, capaz de investigar con toda imparcialidad los hechos ocurridos" (La Nación, Asunción, 21 de julio de 1927). En el caso de Pinasco, eso nunca pasó y la matanza pasó al olvido. Ojalá que aprendamos esa lección de la historia.
PUBLICADO EN EL CORREO SEMANAL DE UH

(*) Profesor honorífico de la Universidad de Birmingham, Inglaterra, y coeditor de The Paraguay Reader

domingo, 30 de junio de 2013

TTE 2º ESTANISLAO MARTÍNEZ

OFICIAL DEL R.I. 17 Yataity Cora, muerto por las bombas de la Aviación Boliviana, durante la construcción de trincheras en la zona de Madrejón.

Nació en Concepción, fue mejor alumno en las primeras promociones del Instituto San José de Concepción. Terminó sus estudios secundarios en el Colegio San José de Asunción como mejor egresado. Siendo estudiante SOBRESALIENTE del 3er curso de Ingeniría civil en la UNA; se alistó en el cuerpo de ZAPADORES CHAQUEÑOS, para la construcción de caminos, puentes y trincheras.
Falleció al ser alcanzado por bombas de la Aviación Boliviana, durante la construcción de trincheras en la zona de Madrejón. Sus restos mortales regaron el suelo chaqueño.
Hoy lleva su nombre el pueblo de TTE MARTÍNEZ ubicado entre Tte Montanía y Madrejón, cerca del lugar conocido como ULTIMO TRAGO.
Su placa se halla ubicado en el Panteón Nacional de los Héroes, al lado de la estatua del Mcal López; y también posee una escultura conmemorativa en el patio del Colegio San José de Asunción.
Honor y gloria para los héroes olvidados por su pueblo!!!!!

Son sus hermanos el Doctor Isidro Martínez Páez(ya fallecido), Félix Tadeo Martínez Páez, Gumercindo Martínez Páez(que vive hos en Mcal López y 14 de mayo), Juan Pablo Martínez Páez, José Dolores Martínez Páez e Indalecia Martínez Paez de Giménez (esposa de Don Choní Giménez).

Fuente: Facebook

miércoles, 29 de mayo de 2013

Una muerte injusta en la revolución del 47

En un episodio, el 8 de julio de 1947, a las 7,30 hs. cae una bomba en el patio del Sr. Leandro Echagüe a pocos metros de la "tuca" protectora de la familia. 

Como venía sobrevolando la zona del Salesiano un avión gubernista, cuyo piloto quería bombardear la Barraca de la firma "Ruiz y Jorba" pegada al Salesiano, creyendo que ahí había un gran depósito de armas y pertrechos, erró unos 100 metros. Y la bomba cayó, como se dijo, al costado de la tuca de los Echagüe. 
En esta tuca, la madre de los Echagüe, doña Concepción Torales de Echagüe acababa de ubicar a tres de sus pequeños hijos, pero como una hija menor no volvía del almacén adonde se la había ocupado, al escuchar el silbido de la bomba que caía, corrió del corredor hacia la boca de la tuca y... en eso estalla la bomba a escaso medio metro donde se encontraba corriendo doña Concepción, matándola instantáneamente. 

La pierna izquierda fue cercenada y se la encontró en la calle, intersección de las Avenidas Pinedo y Herminio Mendoza, a unos 100 metros de la casa. La herida mortal fue una esquirla con orificio de entrada en la mejilla derecha, y el de salida, con un gran boquete, a la altura de la sien izquierda, a más del vientre que fue acribillado por un montón de esquirlas. El Comando Revolucionario de inmediato envío a la casa de la infortunada a los Dres. Joaquín Miranda, Roberto Paleari y César Guggiari, con la orden de embalsamarla. Luego de examinar, los médicos dictaminaron que era imposible embalsamar, debido a los destrozos y que se lamentaban doblemente, porque doña Concepción estaba embarazada de 5 meses, doble y triste crimen que inconcebiblemente se da en una lucha fratricida, entre hermanos de una misma raza, de una misma religión y de una misma nacionalidad.

En gesto digno de mención, el Cnel. Juan Lisboa, quien era Jefe de Intendencia de las Fuerzas Revolucionarias, entregó al soldado Blas Echagüe dos billetes enormes de a 1000 $ c/u para sustento de la familia y a sus hermanas envió víveres y una pieza de tela negra para luto.

El Sr. Leandro Echagüe y Flia. fueron alojados en una habitación del Colegio Salesiano, con sus hijos, durante 26 días.

Con motivo de la toma de Concepción e invasión del campo por las huestes gubernistas (pynandíes), el Sr. Leandro Echagüe tuvo que abandonar su Estancia "Cerrito Totora", la que fue ocupada por centenares de soldados quienes, ayudados y azuzados por vecinos colorados, llegaron a faenar más de 400 cabezas vacunas para festines corridos y no contento con esto, destrozaron totalmente la Estancia. Pero el Sr. Leandro Echagüe era apresado constantemente por orden del Cap. Chávez y gracias al pedido especial del Sr. José D. Portillo, se le concedió un salvo conducto y ya no se lo molestó más, pero, lamentando las víctimas de los bombardeos, pocas por cierto en Concepción, fueron muchísimas sin embargo a lo largo y ancho de la República, perpetradas no sólo por colorados, sino también por las huestes revolucionarias, no pudiendo sopesarse hacia qué lado de la balanza se inclina uno u otro grupo. Estas calamidades sirven de ejemplo y mensaje para éstas y futuras generaciones por aquello de que "LOS HERMANOS DEBEN AMARSE LOS UNOS A LOS OTROS". Y que, en nombre de DIOS, la PATRIA y la FAMILIA, no se repitan más tamañas iniquidades.

Fuente: Pinceladas y vivencias del 47 - Dr. PEDRO RUSO

jueves, 16 de mayo de 2013

Cuando un hijo dicta la profesión a una madre

Leyla Medina de Coelho de Souza (32) es una madre que lucha día a día por su hijo y el de otros porque, debido a la enfermedad de su pequeño, estudió fisioterapia y, a través de su profesión, trata con personas de diferentes edades y problemas de salud. 

Su vida está marcada por negligencias médicas que le hicieron perder un bebé antes de nacer, y otro falleció dos días después de haber nacido. Un ejemplo de madre joven que renunció a muchas cosas para estudiar y criar a su hijo.
La joven madre nos contó su historia de lucha y amor por su hijo: “Soy madre de un niño de 11 añitos, Él se llama Enriquito Coelho, estoy casada con Enrique Coelho de Souza, nací en Concepción. Esta es mi historia. A los 19 años, estando en el probatorio de Medicina perdí la visión del lado derecho; por ese problema dejé de estudiar la carrera que siempre quise. Mi sueño era ser doctora en cardiología”, recordó.
Indicó que a los 21 años quedó embarazada. “Mi hijo nació con dificultad respiratoria por una negligencia médica. En la ciudad donde vivía entonces, Concepción, no había terapia, trasladaron a mi hijo en una ambulancia sin oxígeno, y por ello tuvo hipoxia cerebral. En la capital recibió cuidados intensivos por 15 días. Una vez dada el alta, volvimos a nuestra ciudad”.

Pasaron los meses y notó –con su familia– ciertas anomalías en su hijo. “Él no tenía control de cabeza, a los seis meses no se sentaba. Tanta era nuestra insistencia, que consultamos con un neurólogo, y el diagnóstico fue parálisis cerebral. Acá empezó una lucha día a día. Nos trasladamos a Asunción, y para su rehabilitación recorrimos todos los centros médicos necesarios”, dijo.

Recordó que viajaron a varios países en busca de soluciones. Con el correr del tiempo, le empezó a interesar la carrera de fisioterapia. “Me dije ‘por qué no estudio para poder tener conocimiento de todo lo relacionado con el problema de mi hijo’. Empecé a estudiar en Asunción, y al tercer año de mi carrera quedé embarazada, y al noveno mes mi bebé falleció por una negligencia médica. Fue un duro golpe”, señaló.

“A pesar de todo tenía la obligación y el deber de seguir mis estudios por mi hijo, me recibí con honores: fui medalla de oro en mi promoción. Yo era madre, padre, porque mi marido se quedó en mi cuidad por su trabajo para solventar los gastos. Le llevaba de mañana y de tarde a su terapia, de noche iba a la facultad y de madrugada estudiaba. Así pase los años de mi carrera”, explicó.

“Teniendo mi hijo 7 añitos, de nuevo quedé embarazada. Tuve un embarazo de alto riesgo, con tratamiento. En la Argentina, cada diez días me realizaban transfusiones intrauterinas por poseer incompatibilidad sanguínea. Soy madre Rh negativo, y con mi primer hijo no me aplicaron la vacuna anti-Rh, una negligencia más”, aseguró.

“Tras nacer, mi hijo falleció dos días después. Otro golpe más a nuestras vidas”, recordó con tristeza.

Leyla Medina actualmente vive en Horqueta, en el departamento de Concepción, con su familia, trabajando en su profesión, que ama, y además es la terapeuta de su hijo. “¡Qué madre no haría todo por su hijo! Estudié por y para él. Porque sé que él me necesita. Por eso es triste ver a madres que tienen hijos con discapacidad y los esconden y no luchan por ellos, o los abandonan”, refirió.

“Dios nos da hijos así para que seamos más fuertes y porque sabe que tenemos la capacidad de amor para brindarles. Mi hijo participa en todas las actividades, juega al fútbol; no puede caminar independientemente, pero sí con ayuda. Cursa el quinto grado en una escuela normal, con excelentes calificaciones. Hoy camina con andador y también comienza a movilizarse con bastones canadienses”, señaló.

Mensaje

“Madres, nunca se rindan, luchen por sus hijos; ellos son nuestra vida. La inclusión en la sociedad es muy importante para que ellos se sientan importantes y útiles. Son seres como nosotros; solo que hay personas que no entienden que la discapacidad no es más que la incapacidad de entender que todos somos distintos”, sostuvo.
Finalmente, dijo: “Tengo una razón enorme para seguir adelante: es mi hijo, y seguiré en la lucha para que él pueda caminar”.


Fuente: Fredy Rojas - ABC Color

viernes, 3 de mayo de 2013

Museo Municipal: lote de objetos históricos en condiciones inadecuadas

En condiciones inadecuadas y cerrado al público se mantiene el Museo Cívico de la Municipalidad de Concepción. Tiene por sede una artística edificación neoclásica italianizante de fines del siglo XIX, conocida como la Mansión Quevedo, y su acervo consiste en objetos de arte, utensilios de uso doméstico y elementos de trabajo de antiguos pobladores.

En 1973, la Municipalidad de Concepción adquirió la mansión de estilo neoclásico italianizante que se había construido en el año 1898 y pertenecía al señor Basilio Quevedo. Se aprovechó el gran patio para edificar el Teatro Municipal y los salones se destinaron a la biblioteca pública y al Museo Cívico.
En la actualidad, el acervo museístico se halla en pésimas condiciones, amontonadas en salas con paredes ganadas por la humedad a causa del mal estado del techo, con enormes goteras. Con cada lluvia, el local prácticamente se inunda.

En un terreno lindante está en etapa de construcción un bloque que será destinado a Casa de la Cultura y albergará al museo, la bilioteca, un auditorio para música, danza y teatro. Teófilo Medina, director de Cultura de la Municipalidad de Concepción, cree que una vez concluida la nueva sede se va a encarar la restauración de la Mansión Quevedo, que pide auxilio.

En el primer salón, las piezas históricas comparten espacio con la Dirección de Salud de la Municipalidad, que tiene la función de controlar la atención sanitaria del comercio: vencimientos de productos y la limpieza. Entre las computadoras hay una vitrina con muestra de alfarería precolombina y fósiles de peces. Resaltan un artístico mueble traído de España para la antigua Junta Administrativa Municipal y la talla de San José Guasu, hecha en 1760, para una capilla de alguna compañía.

En el segundo salón, con paredes muy deterioradas, llama la atención un óleo del puerto de Concepción, firmado en 1898 por el pintor español José María Hidalgo. Hay vitrinas con llaves antiguas, monedas, bastones ornamentos de bronce que se usaban en las casas. Una fotografía ilustra el camino del Chirigüelo. El conjunto incluye clavos del ferrocarril, adornos de panteones, cruces, una urna fúnebre de piedra de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos Humberto Primo del cementerio y dedicatorias de los inmigrantes españoles e italianos. Un mueble muy trabajado expone lámparas de diferentes épocas, desde el mbopi hasta el Aladino y algunos instrumentos de medición de un boticario. Una olla de hierro de gran porte recuerda a las importantes estancias concepcioneras.

La tercera sala se ambienta con reproducciones fotográficas de las edificaciones arquitectónicas de la ciudad. Una vitrina deja ver la moda del pasado, con vestimentas femeninas, algunos adornos y objetos de diversión, como muñecas. Hay sillas rotas y un reloj de pared. “El niño del melón”, pintura de Pablo Alborno, es el tesoro artístico que engalana el espacio. Un par de pianos destartalados del siglo XIX, que fueron donados al Teatro, un paragüero y un portasombreros hablan de las finas costumbres de la gente de la sociedad.

Cargada con tasas de porcelana, teteras y delicados cubiertos, una vitrina saca a luz el buen gusto y distinción de las familias concepcioneras del ayer. Con la mirada recia, don Antonio Isnardi contempla, a través de un busto suyo, el correr de los tiempos actuales.

La cuarta sala ubica puerta, medialunas y rejas de hierro de las antiguas mansiones demolidas o modificadas. Curioso es ver parte de la primera refrigeradora francesa traída por don Fidel Zavala, en 1880. Está también una campana que se trajo de Bolivia en la época de la Guerra del Chaco (1932-1935).
No faltan las planchas de hierro, máquinas de coser que usaban los sastres italianos y dos motores que se usaban en las casas y servían para generar luz artificial. Igualmente, aquí se aprecia la primera imprenta de finales de 1800, con que se editaba el periódico El Municipio, luego Correo del Norte. En otra vitrina hay elegantes atuendos femeninos.
La quinta y última sala acumula rejas de hierro de aberturas, lápidas de mármol, televisores de antes, radios, una vitrola, un mimeógrafo, un artefacto traído de Suecia para alumbrado público y soportes de hierro para los faroles de las calles.

Visitas con acceso solicitado


Museo Cívico de Concepción se ubica sobre la calle Mcal. López, entre Cerro Corá y Gral. Garay. No está abierto en forma permanente. La Biblioteca Municipal, que funciona en la misma Mansión Quevedo, atiende al público de lunes a viernes, de 07:00 a 12:00, y de 13:00 a 17:00. En ese horario, los interesados en conocer el museo pueden solicitar una visita. El acceso es gratuito.

La ciudad de Concepción fue fundada en 1773 por el gobernador español Agustín Fernando de Pinedo.

Fuente: ABC Color

miércoles, 17 de abril de 2013

Vivencia de un Loreteño por el futbol

Del sufrimiento en el lejano pueblo de Loreto a un presente soñado, Tomás Echagüe, del Sportivo Luqueño, disfruta de este momento vestido de albirrojo y espera salir adelante con la selección Sub 17. Una muestra más de que el fútbol transforma vidas.

Lo que se viene: “Estamos pensando nada más en Perú, que vamos a entrar con todo en busca del triunfo”.
Lo sucedido en la derrota ante Venezuela: “No es que tuvimos un bajo rendimiento, pero poco nos apoyamos, nos confiamos. No fue tampoco superior el rival, nosotros anduvimos mejor, pero no se nos dio”.Los pelotazos que complican: “Siempre hay que hablar más para evitar los problemas”.
Origen y dificultades: “Soy de Loreto, Concepción. Para estar aquí tuve que pasar por muchas cosas, practicar con lluvia, con frío, temprano a la mañana y esas cosas”.
Inicios: “Comencé en el Sportivo Florida de Loreto, de ahí pasé a la selección loreteña y luego me trajeron al Sportivo Luqueño, a través de mi primo Pablo César Duarte”.
Un buen respaldo: ”Era difícil conseguir dinero para pasajes y otros gastos, pero gracias al apoyo de mi primo y a la familia salgo adelante”.
Estudios: “En Loreto estuve en la Escuela 29, después pasé a Kennedy y en Asunción estudio en República de Colombia. Estoy en el último año y pienso estudiar siempre, porque eso es lo más importante. Me gustaría seguir la carrera de veterinaria”.
En Luqueño: “Me está yendo bien, por suerte. Es un buen club, que con apoyo saldrá adelante”.
Con un buen ingreso. “Ayudaría primero a mi familia y después a todos los que me apoyaron”.
Un sueño: “Llegar a la selección absoluta y jugar en el exterior”.
Un referente: ”Íker Casillas”.
Un chico feliz: “Claro, tengo todo ahora (risas)”.
Su familia: “Mi mamá es Juliana, mi papá Natalio y mis hermanos son Adrián, Elvis y Evita”.
Un presente inolvidable: “Todo chico quiere tener esto. Por suerte lo estoy viviendo”.

Fuente: ABC

miércoles, 10 de abril de 2013

Clásicas piezas de culto católico en Concepción

Concepción.- Una atractiva selección de piezas ligadas al culto religioso: santos, artísticos candelabros, casullas bordadas y atuendos de sacerdotes, medallas papales, copones de plata y fotografías de iglesias conforman el acervo del Museo Diocesano de Concepción, habilitado en 1999.


Un amplio salón de la casa parroquial fue acondicionado para albergar las colecciones históricas que posee el Museo Diocesano de Concepción. Fue el padre Emiliano R. Fernández quien, en el año 1999, se ocupó de colectar de la iglesia y de sus colegas sacerdotes objetos de uso religioso para organizar el atractivo acervo, expuesto en varios exhibidores y pedestales.
Al ingresar, los ojos del visitante apuntan a una vitrina que contiene casullas finamente bordadas, mitras, medallas papales y un báculo de plata. Ahí también se aprecia la capa pluvial que el primer obispo de Concepción, monseñor Emilio Sosa Gaona, había usado durante los funerales del Mariscal José Félix Estigarribia, el 8 de setiembre de 1940. Es una capa confeccionada en Viena, Austria, con delicados adornos.

En otra vitrina, una serie de avejentadas fotografías dejan ver cómo era la antigua iglesia que fue demolida para dar lugar a la que se conoce hoy. Un exhibidor circular contiene un lote de copones de plata, cáliz, portahostias, artísticos candelabros, luminarias a querosén y un viejo artefacto para hacer hostias. Entre las reliquias ahí guardadas está la mitra que usó monseñor Aníbal Maricevich el día de su consagración como obispo.
Una de las estaciones del vía crucis, con marco combado, es muy interesante como concepción del arte sacro. Floreros, portavelas de diversos estilos, art noveau, art decó y necoclásicos forman parte del montaje que incluye estampas de santos católicos.
Un mural que representa la laboriosidad del hombre del campo, que trabaja la tierra con sus bueyes, es una de las sorpresas que aguardan a los visitantes.
Tres vírgenes de vestir, una figura del Señor de la Columna y algunos nichos, así como un confesionario de madera, sillas y sillones, corresponden a las piezas de culto dedicadas a Dios.
Un baúl grande, muebles de estilo y dos bibliotecas con libros de religión y publicaciones diocesanas, así como misales de siglos pasados, completan el contenido del museo.

Accesible por dos caminos

El Museo Diocesano de Concepción se habilita al público de lunes a viernes, de 08:00 a 12:00 y de 15:00 a 17:00. Los sábados, de 08:00 a 12:00. El acceso es libre y gratuito.
A Concepción se puede llegar desde Asunción por dos vías terrestres asfaltadas. Queda a 470 km si se viaja por la Ruta III, para tomar la Ruta V en Yby Yaú.
Si se viaja por la ruta Transchaco, el viaje es más corto, con 410 km, pero existen tramos en muy mal estado.

Atractivo perfil urbano

La ciudad de Concepción fue fundada en 1773 por el gobernador Agustín Fernando de Pinedo. En la primera mitad del siglo XIX, tenía cierta importancia, pero recién después de la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870) tuvo un desarrollo pleno con la llegada de inmigrantes italianos, árabes y catalanes, que impulsaron su evolución como puerto comercial. También empezó a adquirir un atractivo perfil arquitectónico, que en buena parte se conserva hasta hoy y es un claro indicador de la época de prosperidad económica.

Fuente: ABC

miércoles, 13 de marzo de 2013

Pantanal: riqueza paraguaya para ser valorada y disfrutada

El Pantanal paraguayo, perteneciente al Gran Pantanal –que abarca mayormente territorio brasileño y también parte de Bolivia–, es una de las zonas más ricas en biodiversidad de fauna y flora del continente. 

Ahora hay un plan de turismo de naturaleza que impulsa la organización Guyra Paraguay para disfrutar del lugar, valorarlo y ayudar a protegerlo.

Dentro de la reserva de la biósfera del Chaco, que integra a grupos de reservas naturales y parques nacionales del Chaco seco y del Chaco húmedo, ubicados en los departamentos de Boquerón y Alto Paraguay, está el Pantanal paraguayo.
En este grupo de sistema de conservación de humedales se encuentra el Parque Nacional Río Negro, con unas 123.000 hectáreas y en cuyo territorio se instaló desde 2008 Guyra Paraguay, que adquirió unas 15.000 hectáreas para hacer una estación biológica que funciona con el nombre de “Los Tres Gigantes”. Esta denominación se hizo en referencia al oso hormiguero, al tatú carreta y a la nutria gigante, tres especies que habitan la zona.Guyra Paraguay encabezó la semana pasada el Fam Tour “Pantanal paraguayo”, un viaje náutico que representa un plan piloto de promoción de turismo de naturaleza. Este proyecto forma parte del programa Ka’aguy Retã-Bosques y Desarrollos, que lleva adelante la Usaid con la Wildlife Conservation Society (WCS.org).
En la comitiva estuvieron biólogos, observadores de aves, expertos en especies, oficiales de turismo y productores de programas dedicados a la naturaleza y a la vida salvaje, acompañados por periodistas.

Esta conjunción de profesionales de diferentes sectores se hizo para enfocar este viaje desde dos perspectivas posibles: la del turismo de naturaleza y la de ampliar las investigaciones en el campo de la biología.
Por el lado del turismo, la idea es bien concreta: los organizadores del proyecto desean que el Fam Tour Pantanal paraguayo haga sentir al turista la realidad de la naturaleza, con sus cosas positivas y negativas. En ese sentido, Andrea Ferreira, de Guyra Paraguay, señala que dentro de un turismo de naturaleza, lo más importante es el lugar y no precisamente el turista, por lo que no se habla de dar alojamientos de hotel 5 estrellas en medio de un bosque. “Lo que buscamos es mostrar a la naturaleza en su esencia misma”, explica Ferreira. En ese orden, Guyra Paraguay cuenta con un local en donde se alojan los turistas. Las habitaciones, si bien no son lujosas, tienen absolutamente todas las comodidades necesarias para un buen descanso a cualquier hora.

Un viaje encantador

Para llegar a la Estación Biológica Los Tres Gigantes no hay otro medio que no sea fluvial. Desde Bahía Negra se toman lanchas o botes hasta alcanzar la Estación, navegando el río Negro.
Con el Fam Tour de Guyra Paraguay, son 55 horas de navegación desde Concepción hasta llegar a la Estación Biológica. Pero el viaje se hace placentero con el yate 7 Cabrillas, que tiene gran comodidad y un servicio a bordo de primer nivel. El yate está dentro del paquete, que tiene su costo de entre 1.000 y 1.250 dólares por persona. Extranjeros son los que más realizan el tour.
De igual manera, la organización no busca llenarse de turistas que no entiendan el sentido de una vida de campo, sino buscar gente que quiera conocer el lugar en su esencia, valorarla y gestionar cambios para proteger la vida natural.


Fuente: ABC Color

jueves, 7 de marzo de 2013

Arte contemporáneo en elegante Mansión Otaño

Concepción.- La espléndida Mansión Otaño se convirtió desde el 2008 en la sede del Museo de Arte Contemporáneo de Concepción y el Norte. El complejo artístico-cultural exhibe pinturas, dibujos y acuarelas de creadores oriundos del primer departamento. El gran mural “La próxima cena II”, de Carlos Colombino, enriquece el acervo.

En tres salas de la elegante edificación de los años 40, situada en pleno centro de la ciudad, se expone una atractiva colección de pinturas, dibujos y grabados realizados por creadores oriundos del departamento de Concepción.
En el primer espacio están a la vista la obra Corazonada, de Carlo Spatuzza; dibujos pintados de Owa Balbuena que se relacionan con la naturaleza y aspectos de la vida de los indígenas en los montes; un grabado de Carlos Colombino y otros trabajos que no están identificados.
La sala siguiente conserva el piso mosaico original con coloridos diseños geométricos. En sus paredes cuelgan el cuadro titulado Correcciones, de Enmanuel Fretes Roy; dibujos y pinturas de Ricardo Migliorisi y Alberto Miltos. El hiperrealismo está presente con un óleo de Sebastián Díaz, un acrílico de Benjazmín Ocampos con el nombre Río Paraguay; las propuestas Tres Mandalas, de Santiago; y La silla transparente, de Diego Medina.
La tercera sala contiene una serie de dibujos colareados, Armadillos, de Miguel Heyn; figuras abstractas de Félix Toranzos, un collage sobre tela y plástico, El Barco, de Ofelia Olmedo, y el óleo Escalera, de Margarita Morselli.
En el patio de la Mansión Otaño se agregó en el año 2010 un pabellón especial, construido por la Gobernación de Concepción, para exhibir el mural La próxima cena II y otras xilopinturas referidas al tiempo dictatorial, del artista Carlos Colombino, nacido en Concepción el 20 de octubre de 1937.
La Mansión Otaño, perteneciente a la Municipalidad de Concepción, fue completamente restaurada por integrantes de la Escuela Taller de Concepción, y las tareas culminaron el 31 de mayo del 2000.
Ocho años después se habilitó como sede del Museo de Arte Contemporáneo de Concepción y el Norte, bajo administración de la Comuna local. En la actualidad, las paredes evidencian falta de mantenimiento. Signos de humedad y desprendimientos de revoques atentan contra la conservación de las obras de arte allí expuestas. Los focos quemados de la iluminación tampoco son cambiados.

Dos vías y un mismo destino

El Museo de Arte Contemporáneo de Concepción y el Norte se ubica en la esquina de las calles Cerro Corá y Mcal. Estigarribia. Se abre al público de lunes a sábados, de 08:00 a 12:00, con acceso gratuito. Cuenta con baños separados por sexos y una cafetería que ahora no funciona.
La ciudad de Concepción fue fundada en 1773 por el gobernador Agustín Fernando de Pinedo. Queda a 409 km de Asunción por la ruta Transchaco y a 450 km si se viaja por la Ruta 5ª, con desvío en Yby Yaú.

Edificio de estilo art decó se construyó en 1940

La llamada Mansión Otaño se inauguró con gran pompa a inicios de 1940 y perteneció a don Rufino Otaño Ramos. De su edificación en estilo art decó se encargó el constructor español (valenciano) José Chust. Luce en su fachada azulejos color esmeralda de origen español y en el frontis tiene adornos de barras de hierro en su pináculo, junto con una hornacina eminente y dos copones barrocos. Conserva sus puertas originales y los umbrales en gradas con planchas de mármol blanco en el acceso. Tenía antepechos de mármol de carrara en los balcones.

Fuente; ABC

HOTELES EN CONCEPCION PARAGUAY

HOTEL FRANCES
Pte. Franco y Carlos A. López
Teléfonos: 595(331)242383 / 242750 / 242600

HOTEL PUERTO SEGURO
Calle Pte. Franco y Juan B. Otaño.
Teléf.: 595 331 241895 / 6.

CONCEPCIÓN PALACE HOTEL
Mcal. López 399 esq. Eugenio A. Garay
Tel: 595 331 241858

HOTEL CENTER
Pte. Franco e/Yegros.
Tel. 595 331 242360

HOTEL VICTORIA
Pdte. Franco esq. P. J. Caballero
Tel. 595 331 242256 – 242826

HOTEL CONCEPCION
Don Bosco c/ Prof. Cabral
Tel. 595 0331 242360

HOTEL FLAMINGO
Sobre Ruta V Km. 1 y ½
Tel. 595 0331 241211