lunes, 24 de octubre de 2011

Una anécdota de Herman Aponte


Hermano de Miguel Ángel, también concepcionero quedó en su ciudad varias décadas más, hasta que se trasladó a la Capital, donde falleció. 
En su condición de agrónomo fue profesor en varios Colegios y en la Escuela Agrícola. Herman era un hombre muy simpático e incisivo en su oratoria y en cuanto tenía que decir algo, a boca de jarro, lo decía. Es así que, se cuenta una simpática anécdota de él. 
En la época del dictador  Higinio Morínigo, fu nombrado Director de la Escuela Agrícola de Concepción, cuando en una ocasión se recibió la visita del Ministro de Agricultura Darío Queiróz, quién pidió hacer un recorrido por el establecimiento. 
Cuando llegan a un chiquero, uno de los agrónomos acompañantes dice: “¿No le parece Sr. Ministro que estos chanchos debieran estar en un chiquero con pisos de ladrillo y permanentemente limpios?”. Ni corto ni perezoso, sobre la marcha dice el Sr. Aponte: “No hagáis caso Sr. Ministro a las estúpidas manifestaciones de los profanos de la materia”, despertando así la hilaridad entre todos los presentes.
Herman Aponte escribió muchos artículos interesantes en los periódicos de Concepción y era muy locuaz en su condición de locutor radial.

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