Una tarde yo estaba jugando con mis muñecas debajo de un árbol cerca de allí, solo se escuchaban las cigarras cantando, eran como la una de la tarde y mis abuelos y papás estaban detrás de casa conversando... yo seguía jugando cuando de repente escuche una vos de hombre llamándome, el sonido parecía venir del parral entonces voltee a mirar porque estaba de espaldas y nuevamente lo escuche, su vos era gruesa pero lo hacía susurrando, me decía, "niña vení aca.." lo dijo tres veces, me asusté tanto que me fui corriendo y gritando junto a mis padres, pero no les conté lo que me pasó porque pensé que no me iban a creer.
En esa época mis padres habían visto en la lluvia y de noche un árbol de la casa que parecía quemarse, pero no mostraba señal de quemaduras... si ves un árbol así significa que en la cercanías había un tesoro enterrado, y desde ese momento buscaban el tesoro, ahora que lo pienso creo que ese fantasma quería mostrarme que allí estaba el tesoro, porque en una mañana años antes mi prima, mi hermana mayor, mi hermano y yo jugamos a clavar el piso debajo del parral con una espada de juguete, y cuando la incrusto casi por completo se detuvo en algo que sonaba como una madera, pensábamos que era un ataúd, y salimos corriendo de allí, y prometimos no volver a jugar en ese lugar, pocos años después mi abuela enviudó y vendió la casa y se mudó a Asunción. si lo decía probablemente hubiéramos encontrado el tesoro, pero de ninguna manera me atrevería a acercarme en ese parral nuevamente...
En la casa de mi abuela sucedía muchas cosas sobrenaturales como por ejemplo, a partir de las 10 de la noche se escuchaba a una persona corriendo alrededor de la casa como si estuviera en una carrera, no paraba de correr sino hasta las doce de la noche, entonces había otro espíritu que recorría los pasillos de la casa yendo y viniendo como una persona que esta esperando algo, cuando me asome a ver por debajo de la puerta una noche de esas, dejó de caminar y trató de abrir la puerta, creo que no le gustaba que lo espiaran, yo me asuste y volví a la cama, temerosa y abrasando a mi madre... mi abuelo decía que son espíritus de la guerra que no han descansado en paz y viven los momentos antes de la muerte toda la eternidad, a veces, si ibas a la habitación de mi abuelo, en su ventana verías la sombra del corredor pasando y pasando, era aterrador, porque sabias que nadie estaba afuera.
En esa época mis padres habían visto en la lluvia y de noche un árbol de la casa que parecía quemarse, pero no mostraba señal de quemaduras... si ves un árbol así significa que en la cercanías había un tesoro enterrado, y desde ese momento buscaban el tesoro, ahora que lo pienso creo que ese fantasma quería mostrarme que allí estaba el tesoro, porque en una mañana años antes mi prima, mi hermana mayor, mi hermano y yo jugamos a clavar el piso debajo del parral con una espada de juguete, y cuando la incrusto casi por completo se detuvo en algo que sonaba como una madera, pensábamos que era un ataúd, y salimos corriendo de allí, y prometimos no volver a jugar en ese lugar, pocos años después mi abuela enviudó y vendió la casa y se mudó a Asunción. si lo decía probablemente hubiéramos encontrado el tesoro, pero de ninguna manera me atrevería a acercarme en ese parral nuevamente...
En la casa de mi abuela sucedía muchas cosas sobrenaturales como por ejemplo, a partir de las 10 de la noche se escuchaba a una persona corriendo alrededor de la casa como si estuviera en una carrera, no paraba de correr sino hasta las doce de la noche, entonces había otro espíritu que recorría los pasillos de la casa yendo y viniendo como una persona que esta esperando algo, cuando me asome a ver por debajo de la puerta una noche de esas, dejó de caminar y trató de abrir la puerta, creo que no le gustaba que lo espiaran, yo me asuste y volví a la cama, temerosa y abrasando a mi madre... mi abuelo decía que son espíritus de la guerra que no han descansado en paz y viven los momentos antes de la muerte toda la eternidad, a veces, si ibas a la habitación de mi abuelo, en su ventana verías la sombra del corredor pasando y pasando, era aterrador, porque sabias que nadie estaba afuera.
Fuente: web/narraciones sobrenaturales
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