lunes, 25 de febrero de 2013

Tres Cerros: comunidad que vive con carencias de siglos pasados

SAN LÁZARO.- Está ubicada en el alejado distrito de San Lázaro, al norte de Concepción. Sus pobladores sobreviven de la explotación de piedra y la cal. Entre las necesidades está la falta de agua y de médicos.


Tres Cerros es una comunidad ribereña distante a 18 kilómetros de Vallemí, distrito de San Lázaro, Departamento de Concepción, que convive aún con las carencias propias de siglos pasados. Carece de agua, seguridad, médicos y fuentes de trabajo.
La población de unos 900 habitantes utiliza el agua del río Paraguay, el sistema de distribución instalado en el lugar hace varios años nunca funcionó. Muchas familias aún acarrean el vital líquido en latonas y baldes.
María Elsa Palma, una de las pobladoras, indicó que unos pocos acceden al servicio de agua distribuida por un antiguo tanque, y que la mayoría de la población consume agua cruda del río. "Ni siquiera el local nuevo de la Unidad de Salud Familiar (USF) puede inaugurarse, porque no tiene agua", explicó.
Otra necesidad es la falta de médico, ya que la comunidad accedió al programa de Atención Primaria de Salud (APS) que construyó una sede que todavía no fue inaugurada. 
El nuevo local ya comienza a presentar síntomas de mala construcción con la pared frontal llena de grietas.
Por el momento, las atenciones sanitarias están a cargo de dos enfermeros que improvisan en el antiguo y ajado puesto de salud.
El médico contratado por la APS renunció y la vacancia aún no fue cubierta, estando la población sin médico. "Cuando la enfermedad se complica debemos trasladarnos a Vallemí, donde la atención tampoco es buena", indicó una de las pobladoras de Tres Cerros.
Según explicaron, las afecciones respiratorias son los casos más comunes de los pobladores, teniendo en cuenta que conviven con el polvo y la humareda que despiden las canteras y calerías, únicas fuentes de trabajo.

INSEGURIDAD. 


Otro problema sentido es la falta de seguridad, ya que no existe comisaría o puesto policial en la comunidad. Cualquier problema que ocurra, los vecinos deben acudir a los uniformados apostados en Vallemí. "Necesitamos un puesto policial, ya no queremos depender del auxilio de Vallemí que queda lejos", explicó Lucia Cabrera. Aclaró que aunque no existan muchos hechos delictivos, la presencia policial servirá de prevención.
Las instituciones educativas, colegios y escuelas, también carecen de reparaciones, comodidades y mobiliario. 

ÚNICA OBRA. 

La única obra que emerge en la comunidad es la construcción de 20 viviendas por parte de la Secretaria de la Vivienda y Hábitad. Beneficiará a las familias más humildes de la población que cuentan solo de precarias viviendas de palmera.

TRABAJO

La población no tiene alternativas laborales y todos los habitantes se dedican a la explotación calera. Los trabajos se reducen a la explotación de piedra caliza, cal agrícola y cal viva, las cuales solo reditúan beneficios económicos para la sobrevivencia de las familias. Con la amenaza de prohibición de la explotación calera, los pobladores se sienten desesperados.
Fuente: ultima hora

lunes, 11 de febrero de 2013

Concepción: Curiosas reliquias del pasado en Ex Cuartel Militar

Concepción.- Reliquias de la época del Mariscal López, pinturas, testimonios gráficos y objetos de la vida cotidiana de los pobladores de antaño se guardan en los salones del Museo Municipal Ex Cuartel Militar de Concepción. La emblemática edificación fue restaurada en 1999 y ahora es un atractivo histórico cultural muy visitado por estudiantes locales y extranjeros.

El Museo Municipal Ex Cuartel Militar de Concepción guarda en sus salones sin divisorias colecciones de fotografías de personajes ilustres, armas y municiones de las dos guerras paraguayas, objetos de uso cotidiano, imágenes antiguas de la ciudad, documentos y manuscritos históricos.
En las paredes se observan retratos de los mariscales Francisco Solano López y José Félix Estigarribia, y de militares hijos dilectos de Concepción. Destacado espacio tienen el mayor Alfredo Medina, fallecido trágicamente en 1913; el mayor Lorenzo Medina y el sargento primero Pastor Gamarra Bogado. Estos últimos, héroes del Chaco.


Entre los elementos correspondientes a la guerra contra Bolivia (1932-1935) se pueden ver balas de cañón, espadas, fusiles, caramañolas, cubiertos y uniformes de soldados. Resaltan algunos instrumentos musicales de la banda del célebre Pa’i Pérez.
El armazón de una enorme carreta de la época de la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870), que habría sido de la caravana de Madame Lynch, llama la atención de los visitantes. En el centro de la rueda lleva grabado en bronce su origen francés.

Las amplias salas del viejo caserón pintado de amarillo tienen pisos de ladrillos y tacuarillas en el techo. Sus ventanales están protegidas por fornidas rejas de hierro forjado. Las galerías frontales y traseras se sostienen con pilares de gruesa madera. Es interesante observar el maderamen del techo que aplica una solución de zapatas encastradas para sostener la divisoria de aguas o caballete.
Frente a la puerta principal se halla un nicho con la Virgen del Rosario, tallada en madera y pintada. Pertenecía a doña Antonia de Jesús Quevedo de Aquino, bisnieta de Concepción Cuevas Quevedo de Mariño. No faltan los baules que eran de las casas pudientes de la villa. Y estribos, correajes y artísticos elementos de montura que recuerdan las antiguas estancias de la zona.

Hay dos pinturas al óleo muy interesantes: una, firmada por Luis Toranzos, que recrea la Casa de la Independencia, y otra, firmada por Jorge Lavand, que representa la Batalla de Boquerón. Este cuadro terminado en 1939 se halla deteriorado y requiere trabajos de restauración.
En otro sector está un retrato fotográfico del francés George Lavand, quien se radicó en Concepción y de ahí partió para alistarse en la Segunda Guerra Mundial. Al lado de su imagen vestido con el uniforme militar francés, cuelga un diploma de Honor al Mérito póstumo que le otorgó el Gobierno de Francia, en setiembre de 1914. Una enorme caja fuerte de hierro macizo de entre 7.000 y 8.000 kilos que pertenecía a la desaparecida Casa Comercial Canale impresiona por su magnitud.
Una verja fúnebre de hierro forjado del siglo XIX, que rodeaba la tumba de doña Candelaria Cabañas y Ampuero, dama de las residentas, se aprecia en otro rincón del atractivo museo concepcionero.

RESEÑA HISTÓRICA DEL MUSEO

El 25 de mayo de 1773, Agustín Fernando de Pinedo dirige la fundación de Concepción e instala el cuartel militar que tuvo a su cargo el fortalecimiento de la presencia española en la zona comprendida entre los ríos Apa, Ypané y Jejuí.
En junio de 1862, el presidente general Francisco Solano López (después Mariscal) inauguró los nuevos edificios del cuartel de la Villa, que ocupaban dos manzanas, considerando las discordias existentes en el Río de la Plata, entre el Paraguay y el Brasil, que presagiaban enfrentamientos.
El coronel Don Francisco Isidoro Resquín (más tarde general), fue el comandante de este cuartel y el 26 de diciembre de 1864 encabezó a los 2.500 hombres que partieron del lugar para recuperar el Mato Grosso, con lo que se inició la guerra con el Brasil y posteriormente contra “La Triple Alianza”.En las mencionadas fuerzas iba el sargento Bernardino Caballero (quien finalmente ascendió a general), quien en 1884, siendo presidente de la República, creó el municipio de la Villa de Concepción.
El edificio, en 1998, fue restaurado por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), Escuela Taller de Concepción y la Municipalidad local, siendo embajador de España en nuestro país Don Ignacio García Valdecasas; Dionisio Giménez Silva, intendente municipal de Concepción.

Fuente: ABC Color

domingo, 10 de febrero de 2013

Miriam Adela: 35 años de una catástrofe que conmovió al país

CONCEPCIÓN.- En la fecha se cumplen 35 años de un accidente que marcó la historia de Concepción. El hundimiento del barco “Myriam Adela”, en la zona de Puerto Kemmerich, considerado el mayor siniestro acuático ocurrido en nuestro país y que dejó unos 70 muertos y unos 30 desaparecidos.

Jueves 9 de febrero de 1978. 

El sol calentaba como nunca a las 7.00 de la mañana. El buque de carga y pasajeros Myriam Adela iniciaba un nuevo recorrido rumbo al Norte del país. Como en cada trayecto, saldría de Asunción e iría tocando varios puertos hasta llegar a Vallemí. En ese entonces, viajar por el río Paraguay era la forma más segura de llegar hasta los alejados pueblos del Norte. Los caminos por tierra eran escasos y en gran parte se encontraban en pésimo estado, algo que en los tiempos actuales sigue siendo el problema de las localidades más alejadas de las poblaciones urbanas.
El buque partió con 26 pasajeros y durante su recorrido fue alzando más personas. En el Puerto de Concepción, el 10 de febrero, fue donde más gente subió. El Myriam Adela era la motonave preferida por muchos de los que viajaban por el río Paraguay hacia la zona norteña. Pero el destino le daría un giro brusco unos 88 kilómetros aguas arriba, al llegar a Puerto Kemmerich (Concepción), donde hay un barranco de unos dos metros de altura. Allí se produjo el encuentro con un tornado. El buque no contaba con una planilla de pasajeros, por lo que fue difícil determinar la cantidad de gente que iba en ese viaje. Los cálculos posteriores estiman que a bordo estaban unas 160 personas, entre hombres, mujeres y niños. Y a esto se sumaban unas 17 toneladas de carga.

Según refieren las crónicas de la época, el capitán Juan Bautista Coronel alertó al segundo comisario a bordo, Prudencio Silva, sobre el extraño comportamiento del tiempo. Prudencio recomendó al capitán realizar marcha atrás. Eran poco más de las 19.00 cuando estalló el aguacero. Los pasajeros que estaban afuera ingresaron a la cabina para refugiarse y cerraron las ventanillas del carguero, en tanto que el viento empezaba a soplar con más fuerza, agitando las aguas y a la atestada embarcación. Temeroso de lo que podía suceder, Bautista Coronel ordenó dirigir la embarcación a toda máquina hacia la costa distante a unos 150 metros, para refugiarse en el barranco hasta que pasara el temporal.

Pero en el giro, a las 19.13, el tornado golpeó con fuerza al Myriam Adela, y lo dejó boca abajo (en vuelta campana). La nave salió a flote, para luego volver a hundirse en forma definitiva. Escenas dantescas se vivieron en esos momentos. Los que estaban afuera se lanzaron al bravío río y posteriormente se mantuvieron a flote agarrándose de salvavidas, colchones, maderas, etcétera. Adentro había terror, desesperación, llantos, gritos. Los que podían, rompían los vidrios de las ventanillas e intentaban salir a la superficie. El buque se hundió de manera inexorable llegando hasta el fondo del río, a unos 12 metros de profundidad.

Con su arrojo y valentía, don Eligio 
González, que trabajaba de peón en 
una estancia cercana, salvó a unas 25 personas
En Kemmerich, Eligio González (76) esperaba la llegada del barco para retirar una encomienda de su patrón. Sabría de la proximidad del buque cuando hiciera sonar su bocina. Para retirar el encargo, él se acercaría con su bote a recogerlo. "Un rato antes todo estaba tranquilo, ni siquiera una nube había", rememora hoy, 35 años después de la tragedia. Cuando se desataron la lluvia y el vendaval, se refugió junto a otras personas en un ranchito de unos trabajadores. "El tornado echó todo lo que encontraba a su paso. Duró minutos", dice.
Don Eligio recordó que no había amarrado bien el bote con el cual iba a buscar el encargo, por lo que bajó hasta la costa y ahí escuchó los gritos de los náufragos. Sin pensarlo tomó su embarcación de seis metros y empezó la tarea de rescate, haciendo frente a las olas altas y al fuerte viento. "Cuando llegué vi a las personas que estaban pidiendo socorro. Estaban todas juntas. Se tomaban de lo que sea. Pude agarrar a algunas que ya se estaban hundiendo", especifica y detalla que varios a quienes había traído se encontraban muy alterados y pedían volver para rescatar a algún familiar o conocido.Por esta acción Don Eligio recibió dos condecoraciones: una de la Cruzada Mundial de la Amistad y otra del Club de Leones de Concepción. Pero fuera de esto, nada más. No tuvo ningún tipo de reconocimiento ni pensión de la Municipalidad ni de la Gobernación concepcionera.

Hoy en día vive prácticamente en la indigencia, acompañado de su hija Catalina González, el marido de esta (quien se encarga de mantener a la familia) y sus pequeños nietos. Ninguno de los sobrevivientes o sus parientes volvieron a contactar con él.

Hace poco más de un año quedó ciego a causa de cataratas. El 14 de enero de este año su señora, Marina Santracruz (73), falleció como consecuencia de un cáncer de piel. El pedido específico de este héroe civil es poder cobrar el subsidio de los adultos de la tercera edad. Debido a su estado de salud y a que su hija estuvo a cargo del cuidado de su madre durante el largo tiempo de su enfermedad, no ha podido iniciar las gestiones para acceder a este beneficio, cuenta. "Ese dinero me servirá al menos para algo", expresa con esperanza este sobreviviente de las grandes tormentas que pasaron por su vida.

El naufragio del Myriam Adela conmocionó a todo el país. Embarcaciones cercanas se sumaron a la tarea de rescate de los sobrevivientes y la búsqueda de los cuerpos. A la par de estas acciones se barajaban las posibilidades de cómo reflotar a la motonave, ya que se especulaba que había más víctimas en su interior. En este trabajo participaron buzos de la Armada nacional y grúas que fueron llevadas por agua hasta el sitio del luctuoso suceso. Carpinteros concepcioneros se ofrecieron a fabricar ataúdes de manera gratuita para los deudos, mientras que Concepción era el epicentro de colectas solidarias y oficios religiosos en la iglesia de la ciudad.

La tristeza invadía todos los espacios. Entre los primeros ahogados que fueron encontrados unos días después, se destacaba el de una madre que abrazaba con fuerza a su hijo pequeño. Al principio los restos hallados fueron llevados hasta la capital del primer departamento. Las autoridades determinaron que fueran enterrados en fosas comunes, debido al avanzado estado de descomposición. Unos días después, se ordenó que cuerpos hallados posteriormente fueran sepultados en la misma costa donde ocurrió el hecho. Esto alertó a los familiares de los fallecidos, quienes temían que sus seres queridos fueran enterrados sin que ellos los identificaran.

"Durante la partida al cementerio, el olor de los cuerpos agarraba toda la avenida Pdte.Franco", relata hoy Américo Albertini, integrante del Cuerpo de Bomberos de Concepción, instructor de natación y que con su amplia experiencia en el agua ayudó al rescate de los ahogados. El servidor público asegura que en todo el mundo el accidente del Myriam Adela fue la peor tragedia fluvial. De aquellas dos semanas, Albertini recuerda que en la desesperación algunos le reclamaban de manera airada el hecho de no encontrar aún a los desaparecidos en el siniestro.

En Puerto Kemmerich, entre 400 y 500 personas formaron un improvisado campamento durante la espera del reflote de la siniestrada nave. Gracianiano Irala (68), más conocido como Fotosky, realizó la cobertura para el diario Última Hora. Llegó tres días después del accidente y se mantuvo en el lugar como un mes. Cada día debía realizar el trayecto Kemmerich- Concepción para enviar por vía terrestre los rollos de fotos que se publicarían en la edición del día siguiente.

En la memoria aún guarda vívidas imágenes de su estadía en el lugar de los hechos. Recuerda cómo los parientes de los fallecidos se abrazaban a sus restos una vez hallados, sin importar el olor ni el estado de descomposición en que se encontraban. Otra película de ese momento fue el de unas personas que a orillas del río esperaban sentados sobre unos ataúdes la aparición de los cuatro miembros de una familia. Finalmente se encontró solo a tres de ellos.
Dr. Mario González
Durante varios días el pediatra Mario González fue el único médico en Kemmerich. Además de asistir a los heridos, durante los 17 días que siguieron a la tragedia hasta el reflote total del barco, González dio palabras de aliento a los que se sentían de-sesperanzados por no encontrar a sus desaparecidos. "Un señor quería tirarse desde el barranco porque él se salvó pero los que iban con él, no", relata. También evitó riñas y un intento de violación. En medio de ese ambiente de tristeza y muerte, ayudó a dar a luz a una niña cuyos padres la bautizaron con el nombre de la embarcación. "Nunca más supe de ella", responde al preguntársele si conoce su paradero actual.
Mario González fue el único médico en Kemmerich. Asistió a los heridos, durante los 17 días que siguieron a la tragedia.
El doctor González había llegado hasta Puerto Kemmerich para buscar a su madre, Francisca Paradeda de González, quien viajaba en el barco rumbo a Vallemí, para visitar a uno de sus hijos. En el último día del reflote, tarea que se realizó luego de dos intentos infructuosos, pudo encontrar a su madre en la bodega de la embarcación. "La reconocí por tres elementos: un diente de oro, el anillo y un aro que ella llevaba", detalla González.

De los momentos vividos con el heterogéneo grupo de personas en el campamento, rememora que el estado emocional era muy cambiante. Al amanecer muchos se sentían pletóricos de esperanza a la espera de encontrar a sus seres queridos. Pero al caer la tarde la desazón cundía, cuando la búsqueda no daba resultados. González también menciona el hecho de que macateros inescrupulosos iban en botes y vendían alcohol a los ocasionales ocupantes de la orilla del río Paraguay. "Pero lo que más destaco en ese momento es la unidad que hubo en el grupo y la gran solidaridad de toda la gente", señala.

El 26 de febrero, a las 19.00, luego de estar 380 horas bajo el agua, el Myriam Adela fue reflotado. "Hasta en el baño había cadáveres", evoca el doctor González, uno de los intervinientes. Los datos más cercanos indicaron que fallecieron 113 personas y sobrevivieron 47. Años después, la embarcación volvería a surcar las aguas, pero solo como transporte de carga de ganado vacuno. El transporte preferido de los que iban al Norte por agua cerraba esta etapa con el estigma de haberse anclado en la historia del país como una de las mayores tragedias de la vida civil.

Los vaivenes de una nave



En su origen, el Myriam Adela perteneció a los Testigos de Jehová, que lo habían bautizado con el nombre de La Mensajera. Los religiosos lo utilizaban para llevar el evangelio a las localidades del Norte. Luego fue vendido y sirvió de transporte de carga de ganado en la misma zona. Posteriormente, la nave fue adquirida por Juan Gualberto López, que la transformó en barco de pasajeros y la renombró Myriam Adela, como una de sus hijas. La embarcación medía 27 metros de largo, cinco de ancho y dos metros de altura.
Posterior a la tragedia fue adquirida por Félix Rolón. Hoy en día lleva el nombre de Jinete I y es utilizada para transportar ganado a la zona norteña. Hace unos tres años y medio volvió a hundirse, a 274 kilómetros de Asunción, y se perdieron 80 cabezas de ganado.
Sobre los supuestos gritos y pedidos de socorro que se escuchan en la motonave en las noches de tormenta -después del hundimiento del 10 de febrero de 1978- Wilson Morínigo (33) comenta que en los 18 meses que trabajó en el barco, jamás escuchó tales manifestaciones.Lo mismo afirma Gabino Sosa (59), que durante 10 años sirvió como marino en el Jinete I. "Cuando se pasa con el barco en la zona donde se fue a pique, uno tiene miedo y hasta parece que dos barcos están viajando, uno al lado de otro. Pero eso es porque tenemos miedo nomás", dice sonriendo Gabino.
                                                              *Publicación de la Revista Vida | Sábado 9 de enero de 2013

Fuente: Ultima hora

viernes, 8 de febrero de 2013

Humorista paraguayo nacido en Yby Yau contratado en Canadá

El caricaturista, diseñador y humorista paraguayo Melki Melgarejo Valiente fue contratado por Yahoo Canadá, uno de los mayores motores de búsqueda en internet del mundo.


Melquiades Melgarejo Valiente es el paraguayo que se destaca por su talento en Canadá, tanto que uno de los motores de búsqueda de internet más grande del mundo se interesó en su trabajo.
Hoy, Melki que es su nombre artístico, pone a disposición de Yahoo Canadá toda su creatividad humorística para hacer reir al mundo entero.Uno de sus primeros trabajos fue ilustrar a Ahmadinejad. “Una de las primeras noticias que me tocó editorializar para este buscador fue la de Ahmadinejad, presidente iraní que dijo que está preparado para ser el primer iraní en el espacio”, dijo Melki al sitio IPParaguay.

Melki desembarcó en Canadá hace tres años, en el 2011, buscando aprender más sobre animación en 3D y efectos especiales. Logró a través del Centro de Animación y Diseño (Centre National d’animation et de design, NAD) en Montreal.
“Estaba buscando estudiar 3 D y vi que esta era la mejor opción. Postulé a distancia, y de 250 nos quedamos 64, de los cuales estudian cine 32, y 32 estudiamos videojuegos. En mi carta de presentación en vez de escribir, dibujé todo en animación pues era mi sueño para estudiar en esta prestigiosa universidad”, sostuvo.
Melki nació en Yby Yaú, Concepción, y comenzó a incursionar en el mundo de las caricaturas gracias a revistas de superhéroes que leía en su infancia.


Biografia

MELQUIADES MELGAREJO (MELKI) : Nunca tomó clases de dibujo. Nacido en una localidad de Caaguata, Yby Yau, departamento de Concepción, en 1976.

Este talentoso creador, limitado por sus escasos recursos económicos, inicia su práctica inspirándose en revistas de superhéroes: “…más que nada me fui haciendo a través de la práctica constante, mirando historietas (Spiderman, Superman), copiando, creando...”.

Todos los soportes eran válidos para la creación, comenzando sencillamente con la tierra y un trozo de espina como lápiz: “Del dibujo en el suelo con espinas, pasando por el lápiz y el papel, hasta llegar a digitalizarlos actualmente. .. Comencé queriendo hacer historietas y las oportunidades me llevaron al humor gráfico. Mi deuda pendiente es hacer cómics. En el ISA (Instituto Superior de Arte), donde estudié algunos años, el estudio del dibujo estaba más enfocado a lo artístico, pero rescaté mucho de la parte teórica. Más que nada me considero autodidacta”.

Melki recuerda sus inicios: “Ya de chico miraba los dibujos y chistes de Moreno, Nico, Caló, Goiriz, Casartelli, Yor... y quería llegar a publicar también mis dibujos, ser como ellos. En la secundaria ya me pedían dibujos humorísticos y caricaturas para las revistas, me presentaba en concursos y ganaba... esos hechos me motivaban mucho. En un periódico de Concepción, por primera vez, publiqué mis dibujos con buena receptividad, lo que me facilitó finalmente entrar a trabajar al diario Noticias, a través del corresponsal Luis María Flecha. En ese medio, colaboré con ChrisBeck y Nico, quien me ayudó bastante, he aprendido mucho de él”.

Melki es actualmente uno de los humoristas gráficos más conocidos en Paraguay: “En el diario Popular, hago una tira diaria de humor sobre temas de actualidad, así también chistes para el suplemento dominical, caricaturas e ilustraciones infantiles. A este diario me llamó Yor, quien se estaba trasladando al –en aquel entonces– nuevo diario Crónica. Por el estilo del diario en el que trabajo mi humor refleja más desenfado, picardía y en su temática es abarcante: puede ser político, editorial o de la farándula”. Acerca de la repercusión de su obra, comenta: “Se leen mucho los chistes gráficos porque siempre nos comenta la gente, siempre hay un retorno, que reconforta e incentiva a seguir creando y creciendo”.

Sin embargo, se preocupa sobre el futuro del humor gráfico: “Veo que no somos muchos los que hacemos humor gráfico en el Paraguay, son más los que hacen buenos dibujos al estilo manga, la historieta japonesa, como José Soto, por ejemplo. Quiero creer que van surgiendo nuevos valores en el humor gráfico, tienen que surgir”.

Finalmente, Melki recuerda con agradecimiento a colegas y amigos: “Fe­lizmente, a todos los colegas dibujantes a quienes he conocido, llámese Nico, Yor, Goiriz, Casartelli, Kike Olmedo, Juan Moreno, Carlos Argüello, siempre se prestaron amistosamente a ayudarme en cualquier consulta profesional. Si estoy ocupando un lugar hoy en día dentro del espectro del humor gráfico es gracias a que en momentos claves siempre encontré una mano amiga (no sólo de colegas, sino de muchos otros amigos) que apostaron a mi desarrollo gráfico. Claro que las oportunidades siempre deben ser acompañadas de un trabajo en constante crecimiento”.

Fuente: ABC Color/Portal Guarani

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