viernes, 28 de marzo de 2008

LUIS ABENTE HAEDO

Oriundo de Concepción. Hijo del médico español Victoriano Abente y Lago, hermano de Victor Abente Haedo y sobrino del autor de La sibila paraguaya, nació en 1879.

Cursó estudios primarios en su ciudad natal y fue alumno del Colegio Nacional de la Asunción. En el año 1903 obtuvo diploma de doctor en derecho y ciencias sociales en la Universidad de la capital paraguaya. Su tesis versó sobre "El tribunal militar y la rebelión".

Poco después se trasladó a Montevideo, donde le cupo desempeñar funciones diplomáticas en representación de nuestro país. Falleció en el Uruguay, en el año 1930.

Luis Abente Haedo cultivó el verso en su juventud.

jueves, 27 de marzo de 2008

VICTOR ABENTE HAEDO

Nació en Concepción, en el año 1882. Fue hijo de Victorino Abente y Lago, español que vino a radicarse en Concepción, también fue poeta.
Cursó estudios primarios en las escuelas de esa ciudad, y fue alumno del Colegio Nacional de la Asunción.

Obtuvo diploma de bachiller en 1899. En la Facultad de Derecho de la capital paraguaya graduóse en 1906. Comenzó su carrera política como secretario de la Presidencia de la República, en los tiempos en que la ejercía Cecilio Báez.
En 1908 ocupó una banca en la Cámara de Diputados.

En 1912 presidió aquel alto cuerpo legislativo. Más tarde fue senador y ministro del interior. Desde 1910 dictó cátedras en el Colegio Nacional de la Asunción. En su juventud, cultivó el periodismo y la poesía.
En 1910, José Rodríguez Alcalá escribía a su respecto: "Una lira, como emblema de la poesía, sería el blasón adecuado a este apellido de una familia de poetas.

El viejo Abente cantó en robustas estrofas, al Salto del Guairá y a las hazañas heroicas de la raza; y heredero de la tradición de su nombre éste su sobrino Víctor, y aquel otro de que ya hablamos, serán los dignos continuadores de su obra lírica".
Víctor Abente Haedo falleció en la Asunción, en 1939.

He aquí su poesía:

AMOR
Ama me dice la avecilla tierna,
al entonar en la mañana hermosa
su trino celestial;

ama ere dice la ligera brisa,
que suave se desliza murmurando
mis labios al besar;

ama me dice la natura toda,
envuelta en seda de color de oro
por los rayos del sol;

solo mi corazón, vaso de duelo,
destrozado por miles desengaños,
no puede más amar.

martes, 25 de marzo de 2008

VIDEO: Historia de inicios de Concepcion...

OTRA VERSION DE LA MASACRE DE CONCEPCION


Desembarco de soldados en la guerra de la triple alianza


El Historiador Concepcionero Don Pedro Alvarenga Caballero y miembro de la Academia de Historia del Paraguay transcribe en uno de sus artículos:
En febrero de 1868 aparecieron acorazados brasileños en aguas de Concepción y el Comandante de plaza Juan Gómez de Pedrueza, inclusive siendo leal al Mcal. López, fue apresado y torturado por sospechas de conspiración y este hecho motivo la deserción de mucha gente, por lo que López mando una expedición a Concepción, al mando del Mayor Gregorio Benítez, con orden de lancear a todos los traidores: oficiales, soldados, familias, según una lista que le entrego López. Este señor “Toro Pichaí” era el mas salvaje y despiadado del Ejercito que según algunos historiadores hasta padecía de un a locura sexual, por lo que acoso a todas las señoras y niñas de la sociedad que encontraba a su paso.

Estas corrieron a refugiarse en Tacuatí y hasta ahí llegó llevando a ocho mujeres de las familias García, Ruda y Villa hasta la plaza frente a la iglesia. Ahí, ante la mirada estupefacta e impotente del pueblo, las mando desnudar y ahí nomas las lanceó. Estos cobardes apenas cumplida la matanza, se apoderaron de todas las joyas y pertenencias de valor de las mismas.

De ahí, Toro Pichaí fue a Horqueta y tomo a 23 damas de apellidos: Gómez, Irigoyen, Agüero, y otros, que figuraban en “la lista” del tirano como traidoras y según algunos, al no someterse a los apetitos sexuales del degenerado, fueron lanceadas. La sociedad horqueteña para calmar la ira del criminal, le ofreció a el y a su comitiva una fiesta que al final no le sirvió de nada, pues terminada esta, empezó la matanza de muchas mujeres, niños y adultos de varias familias.

De ahí pasó a Concepción, donde continúo su orgia de sangre.
Luego de estos desmanes un sacerdote encontró en poder de este monstruo una nota que le dirigió al comandante de la escuadra brasileña y por ello los oficiales de las fuerzas de Concepción, lo apresaron y remitieron a López, pues según algunos historiadores, éste no ordeno tamaña carnicería humana y el Mcal. López ordenó que se lo fusilase.

Cuando era remitido, Toro Pichaí cayo en manos de los brasileños, quienes al enterarse dela barbarie cometida, lo remitieron a Asunción a disposición del Gobierno Provisorio.

En un trabajo inédito presentado en el año 1973 por un miembro de la Academia de Historia, se aseveraba que efectivamente el Mcal no ordeno los lanceamientos y que, como descargo de conciencia, el monstruo Toro Pichaí fue quien facilito al Conde D´Eu el escondite del Mcal, lo que permitió que fuera ametrallado y lanceado a orillas del Aquidaban Nigüí el 1° de Marzo de 1870. Según muchos sobrevivientes de aquella tragedia, aseguraban que toda la sociedad hubiese desaparecido si no se lo apresaba a este monstruo, pues el, de propia iniciativa tenia su lista de acuerdo a su caprichos, siempre guiado por sus instintos criminales.

Sera que en nombre del fanatismo o del patriotismo seguiremos ensalzando y escondiendo a los criminales de esta extirpe?
Que juzguen la historia y los hombres de sano espíritu.

La Masacre de Concepción de 1870

Campamento de soldados paraguayos en la guerra de la Triple Alianza.
Mediante declaraciones de oficiales paraguayos, caídos prisioneros en poder de los aliados, los brasileños se enteraron, allá por 1869, que el Mcal. López preparaba su huida, fuera del país, por el lado de Bolivia, pensando pasar después a Europa.

A raíz de este informe, la escuadra brasileña recibió orden de remontar el Rio Paraguay , estacionarse en poco mas arriba de concepción y vigilar el movimiento de las tropas paraguayas.

Las autoridades nacionales de la zona, alarmadas por la presencia de los acorazados brasileños, resolvieron internarse a una legua de la costa, y aguardar allí instrucciones del Mcal López.

Como la intriga era moneda corriente en la carpa de este ultimo, se le refirió sin fundamento alguno que los concepcioneros estaban dispuestos a rendirse. López montó en cólera. Y para dar un escarmiento, resolvió enviar a Concepción al mayor Gregorio Benítez, alias “Toro Pichaí”, para dar un escarmiento.
Ni bien este bárbaro llego a destino, procedió a lancear salvajemente a los hombres, mujeres y niños, presuntamente sospechosos de “traición”.
Los excesos cometidos pertenecen a las páginas más crueles de la historia humana. Sacrifico, inclusive, a mujeres embarazadas e innumerables menores de edad.

Aquel acontecimiento produjo una verdadera conmoción en toda la región norteña, que determino que muchos pobladores desearan un desembarco aliado, para poner termino a semejante carnicería.

En general, las victimas fueron aproximadamente cien, todas ellas personas de nivel distinguido en la culta ciudad de Concepción. La lista correspondiente a aparece en “La masacre de Concepción”, libro reimpreso por RP ediciones. En sus páginas se pueden leer todos los horrores cometidos por aquel forajido y sus mandados.

Saqueo a las victimas de la masacre

Según refirió Toro Pichaí a Don Héctor F. Decoud, el recibió personalmente del Mcal López las instrucciones de masacrar alas familias concepcioneras. Pero enseguida fue llamado a presentarse ante la Madame Lynch, quien, a su vez, le explico que debía proceder al incautamiento de todas las alhajas, monedas de oro y otros valores de las personas sacrificadas, hacer un inventario de todo eso y entregárselo personalmente a ella, al retornar de su misión punitiva.
Demás esta decir que Toro Pichaí cumplió gustoso esta segunda parte del plan, apoderándose de todos los objetos de valor que tuvo al alcance de sus manos. Inclusive, tuvo la osadía de presentarse en un baile, dado en su honor en Horqueta, con cadenas y rosario de oro al cuello, además de anillos de brillantes en cada dedo, menos el pulgar de cada mano. A tales extremos grotescos llego nuestro personaje.
Terminada su sangrienta faena, Toro Pichaí regreso del norte, con rumbo al campamento Cerro León, a rendir cuenta de su misión, pero interceptado cerca de Caraguatay por tropas brasileñas, se entrego a ellas con toda mansedumbre, ocultando su tesoro.

Remitido preso a la Capital, estuvo recluido en el Dpto. Central de Policía, a las órdenes de Don Rufino Taboada. No obstante, logro escaparse y nunca fue juzgado. La impunidad es de larga data en nuestro país. Después fue capataz de Don Héctor F. Decoud y volvió al anonimato. Sin embargo, su obra maestra la “masacre de Concepción” quedo documentada y forma parte de la historia de la guerra de la Triple Alianza.

lunes, 24 de marzo de 2008

Arquitecto Carlos Colombino Lailla o "Esteban Cabañas"

Esteban Cabañas es el seudónimo de Carlos Colombino.
Nació en Concepción en 1937. Poeta, pintor, artista plástico y dramaturgo.
Su primer título poético, Los monstruos vanos, apareció en 1964. Posteriormente ha publicado otros seis libros de poemas: El tiempo, ese círculo (1979); Los cuatro lindes (1981); Desentierro (1982); Premoniciones (1986); Foso de palabras (1992); y El náufrago insumiso, con el que obtiene el Premio "García Lorca 98".
Es autor, asimismo, de dos obras de teatro: Momento para tres (1959) y La parábola del sitio más perfecto (editada en 1984).

Ha publicado cuatro novelas. Es edición de Sudamericana de Buenos Aires, Lo dulce y lo turbio en 1998 y de Arandurã ¿Quiere usted tomar un café en esa esquina? (2000), Juego cruzado (2001) y El dedo trémulo (2002).

En 1999 es uno de los cinco escritores seleccionados para el Premio Nacional de Literatura, y en el 2002, Juego cruzado resulta ganador del Premio Municipal de Literatura, otorgado cada dos años por la Municipalidad de Asunción.

Carlos Colombino se ha dedicado mayormente a creaciones inéditas de obras de artes, ya sea pinturas, creaciones sobre telas, murales, en plazas y /o lugares publicos. Es reconocido internacionalmente y ha sido premiado varias veces por sus obras creativas, a nivel mundial.
En 1987 tuvo un gesto singular digno de admiración por su donación a traves del Obispo Mons. Anibal Maricevich Fleitas, a la Catedral de Concepción, de un MURAL que traduce una visión de relacion del infierno, el cielo y la resurrección.

SANTACRUZ

Muchos soldados bolivianos quedaron prisioneros en tierras paraguayas y algunos vivieron hasta morir. Aca foto de un soldado boliviano.



"Santacruz" era un prisionero boliviano que cayo durante la Guerra del Chaco y vino a parar con otros tantos en Concepción y fue el único que no quiso ser repatriado y quedo hasta morir entre nosotros.


Era de baja estatura, mas bien rechoncho y con las piernas muy encorvadas, desplazándose con típicas zancadas, resaltando siempre su eterno champión blanco de color de tierra roja de Concepción.
De esta manera se destacaba su personalidad y entre sus actividades era el ayudante en casas de familias que lo cobijaban para trabajos domésticos y sobre todo para mandados al mercado o a los almacenes.
Muchas gentes lo conocieron, era asiduo comprador.
Cuenta el Dr. Pedro Ruso: que era frecuente verlo en el almacén de sus padres “Almacén Europa” y su madre diariamente le decía: “Y que van a comer hoy Santacruz?”, y siempre tenia una sola respuesta: “Y Doña Ana, tallarín con batata”.
Yendo por las calles, siempre había gente que le ayudaba con unos pesitos, pero a condición de su única habilidad que divertía a chicos y adultos, lo demostraba en ese momento, y comenzaba a saltar, con un zapateo de pasos muy cortos y cantaba: “La calesita se deschochó… de tanta vuelta que dio, se deschochó y se deschochó, de tanta vuelta que dio, se deschochó y se deschochó…”
Un día supimos que fue internado en el Hospital Regional, donde falleció y fue sepultado en el Cementerio local gracias a un cajón donado por la Municipalidad, como es de ley para con los desamparados.

sábado, 22 de marzo de 2008

JAPONERÍAS

Japonesa triste, misteriosa y bella,
flor de Yosiwara de aroma sutil,
que lleva el celeste claror de una estrella
en la limpia frente de antiguo marfil.

Cuando estoy en sueños en esa lejana
tierra donde moras, pálida musmé,
tiene arranques bellos mi musa pagana
y enciende mi mente la esencia del té.

Presiento la seda finísima y leve
del leve kimono que vela tu piel,
piel de porcelana, piel de rosa y nieve,
digna de un muríllico egregio pincel.

Tu peinado mágico de artísticas ondas,
regio como yelmo de heraldo imperial,
negro como el fondo de mis penas hondas,
recuerda del kiosko la forma ideal.

¡Oh! Komurasaki, fiel entre las fieles,
novia de Gompachi; alma de la mar,
yo vengo a ofrecerte mis verdes laureles,
madrigalizando el verbo cantar.

Bella niponesa, misteriosa y triste,
en el alma llevas blancura, nupcial,
blancura eucarística que en sueño me diste
para preludiarte mi canto oriental.

Canto que en las fiestas de mis colectivas
ansias eternales del sol de Stambul
suena con profundas notas pensativas,
notas que fallecen hartas del azul.

El bello crepúsculo me dice el secreto
de la dulce Kane, la muerta de amor,
y en un sueño triste su pena interpreto:
me siento Utamaro, Tasiro y cantor.

Cantor de leyendas niponas distantes,
distantes leyendas de un tiempo que fue...
tiempos de las cortes de reyes galantes
que adoran a bellas y blancas musmé.

Musmecita triste, ¿qué sueños arrancas
a este neurasténico, trémulo cantor?
Peina mis cabellos con tus manos blancas,
bríndame el único segundo de amor.

Y en la tremolante nota de una risa
descúbreme el fondo de tu corazón,
pues quiero tus ansias para mi divisa
y tu sueño arcano para mi blasón.
Luis Resquin Huerta

LUIS RESQUÍN HUERTA

Del norte, de Concepción, ciudad en la que nació en 1902. Traía en su maleta de estudiante muchos ensueños y muchas esperanzas y un puñado de versos rubenianos como tarjeta de presentación.
Así ingresó en el grupo de "Juventud". Suave en la palabra, sereno en la actitud, un poco distraído y otro poco andariego, era amigo de bohemias. Compañero de Vicente Cabrera Cardús, en los días de la adolescencia, éste trocó la lira por el bisturí y se hizo médico, en tanto aquél sigue todavía cantando como en los años ya lejanos, sin aburguesar su vida, porque así le impone su destino, porque eso quiere su rebeldía y deja hacer su voluntad.
Además de escribir en Juventud, Luis Resquín Huerta colaboraba en Ariel e Ideal. Más tarde ingresó en la redacción de El Orden, de la Asunción.

La guerra del Chaco estremeció su espíritu, pero no rompió su lira. Como en los días de Alas, sigue publicando melodiosas poesías. En 1926 editó un tomo de versos, Auroras Azules, con prólogo de Eusebio A. Lugo. Fue también profesor de castellano, en Concepción. Poeta de rica inspiración y léxico abundante, tiene otro tomo de composiciones poéticas, Ritos Paganos, publicado en la Asunción, en 1950.

Un Proyecto de Usina Hidroelectrica y la Usina Electrica


A pesar de la crisis general al iniciarse en 1914 la 1ra Guerra Mundial, grandes casas comerciales como la del Sr. Basilio Quevedo & CIA.

Seguían soñando con el progreso de Concepción. A través de la Municipalidad, se encargo a ingenieros alemanes la elaboración de un Proyecto de Construcción de una Usina Hidroeléctrica en una de la cascadas de nuestro Río Ypané.

Dos décadas después los munícipes de entonces, no creyendo mas en los proyectos, conjuntamente con el Proyecto de Agua Corriente y otros papeles viejos, procedieron a quemarlos todos. Hechos lamentables, pues de lo contrario hoy tendríamos enriquecido nuestro Archivo Histórico Municipal. Decía Emilio Armele: “No estaba en el Index. Tampoco el Incinerador sabia que Hitler haría otro tanto con libros y hombres y Usina Hidroeléctrica costaba ya entonces algo así como venderse a alguien”
En el año 1915 se instalo la primera Usina eléctrica a corriente continua que funcionaba con calderas a leña y la provisión del fluido eléctrico iba de 6 de la tarde a 12 de la noche y en ocasiones especiales, fuera de este horario, corría por cuenta del solicitante.
Después de la Revolución del 47, la Empresa de Electricidad S.A. se vendió al Sr. Hernán Vargas Peña y en la década del 60 adquirió dos motores diesel de Holanda y cambio todo a corriente alterna de 220 Voltios.

Con este nuevo sistema hubo mejoría, pero muy pronto los motores ya no daban abasto y el deterioro hizo que se volviera al sistema de calderas a leña y ahí por mas de diez años desapareció el Alumbrado Publico, pero si que la empresa cobraba religiosamente cada año y no era extraño que en las horas picos descendiera la energía a 160-180 V, quemando todo tipo de artefactos eléctricos, sin que el Sr. Vargas Peña se hiciera responsable por ello, pero el cobro continuaba, incluso algunas gentes humildes fueron procesadas judicialmente por las deudas del no proveído Alumbrado Publico.

De esta forma se llevaron de Concepción muchas piezas hermosas, de bronce y otros de procedencia europeas hacia otros lugares del Paraguay e incluso en el extranjero.
Para bienestar de los Concepcioneros, muy pronto apareció ya la empresa estatal ANDE que provee la energia hasta hoy dia.

martes, 18 de marzo de 2008

Recordando el ayer 1...

EMILIO ARMELE MALUF

Nació en Concepción en 1915.
Ensayista, narrador, poeta y periodista.
Hijo de árabes, veterano de la Guerra del Chaco, varias veces deportado y exiliado en el Brasil durante la dictadura de Stroessner.
Emilio Armele colaboró en "La Tribuna" (en sus períodos de permanencia en el país) y también en "Estudios" (1986-1990), revista fundada y dirigida por Luis María Martínez.
Editor de la revista "Siria y Líbano" (para la colectividad árabe radicada en Paraguay), preparó y editó el libro Concepción en las Artes: libro de inevitable consulta para quien aspire a conocer la actividad cultural de la región norteña del país en homenaje a su ciudad natal.
Ha publicado un cuento ("El último veterano") y varios ensayos en periódicos y revistas de la capital. Tiene además poemas inéditos y, en preparación, otro extenso libro sobre Concepción.
Falleció en Asunción en el año 1994.

Primera Iluminación Publica de Concepción

Este es el modelo de los primeros faroles publicos de la Villa Real de la Concepcion, que se ven hoy dia en el predio de la Municipalidad.










El 30 de Junio de 1892 se firma el primer contrato para alumbrado público con el Sr. Martín Lusich comprometiéndose prender los faroles (74 en total) a la hora de la ORACION y a conservar la luz hasta los primeros albores del día.

Era obligación iluminar la población y el mercado. Era entonces Presidente de la Corporación Municipal Don Sixto Fretes.

Decía además el documento contractual: “La Municipalidad le entrega 74 faroles, debiendo retribuir la suma de 46 pesos fuertes mensuales por alquiler de estos artefactos y controlar el cobro del servicio prestado a la población”.

Estos faroles eran de origen sueco, importados por la Corporación Municipal de la Villa Real de la Concepción a través de firmas importadoras de Buenos Aires.
Lastimosamente en Administraciones Municipales anteriores durante la época de la Dictadura se han obsequiado graciosamente dichos faroles a amigos, parientes y cuantas autoridades que venían a Concepción, quienes lo llevaban para el adorno de sus casas.

Quedaron algunos y están actualmente instalado en el edificio Municipal, en el Museo Municipal y algunas plazas publicas.
No se tienen datos de cuando dejaron de funcionar, se cree que seria hasta el año 1915 en que se instalo la Primera Usina Eléctrica a corriente continua que funcionaba con calderas a leña.

lunes, 17 de marzo de 2008

Leopoldo Centurion

Nació en Concepción del Paraguay en 1893
Dramaturgo, narrador y periodista. Perteneció al grupo fundador de la revista Crónica (1913-1914), bastión de la tercera etapa del modernismo nativo. Acosado por una inveterada bohemia y por el ejercicio del periodismo profesional, no alcanzó --como muchos de sus contemporáneos-- a reunir en volumen su aportación literaria, que a pesar de las circunstancias de la vida no fue esporádica ni desdeñable. Aportó al teatro tres piezas: El huracán, La cena de los románticos y Final de un cuento, aparte de relatos como "Mitá pörá" y La muchachita de los pies descalzos. También es autor de relatos breves de intención histórica. Su orientación y su estilo se inscriben en los temas propios del decadentismo, que en el Río de la Plata mantuvo su vigencia hasta los primeros veinte años del siglo actual.
Fallecio en Asunción en el año 1922.

Mayor Julio Dionisio Otaño

Nacio en Concepcion del Paraguay. Sus estudios primarios las realizo en su ciudad natal.
Egresó de la Escuela Militar en 1929 como Tte. 2º.
Fue Jefe del Regimiento de Infanteria Nº 1 "2 de Mayo".
En Noviembre de 1932, en la batalla de Saavedra, recibio en dos dias quince heridas, sobreviviendo a todas ellas.
Fue brillante militar y durante toda la Guerra delñ Chaco, de 1932-35, tuvo muy destacadas actuaciones convirtiendose en el gran heroe nacional de 1936, que llevo al poder al Cnel Rafael Franco.
En ese año cayo muerto en circunstancias no bien aclaradas, causando congoja en toda la Nacion.
Una de las calles importantes de la Ciudad de Concepción lleva su nombre.

sábado, 15 de marzo de 2008

Guerra del Chaco: El Avion Nanawa


Es un avión “Travelair” de procedencia norteamericana con motor radial Wrigth de 300 C.V. A mas de puesto de piloto y copiloto, tenia 8 asientos; Era una maquina especial destinada a transporte de pasajeros, o “Avión Hospital”, cuando los pacientes no podían viajar sentados (herido o enfermo) se sacaban los asientos del avión y se le adaptaba camillas en la cabina, y así salvar preciosas vidas de héroes.
La comunidad Concepcionera, no vaciló en convertirse en el sostén moral y material de los heroicos defensores del Paraguay, y especialmente de Nanawa, “baluarte esplendente”.
La Junta de Auxilios Norteños recibió el apoyo de la Legión Civil Extranjera, que se sumo a la causa, conjuntamente con la Comisión de Damas de Concepción adquirieron por contribución popular generosa y amplia el “Avión Sanitario” a través, de Don Manuel Espinosa presidente de la Junta de Abastecimiento Nacional de Asunción.

Indescriptible fue la alegría de los concepcioneros al ver llegar en airoso vuelo el importante avión Nanawa, en fecha 12 de Octubre de 1933.
El vuelo inicial lo piloteo el Tte. 1º PAM (H.C.) Nicolás Bo (Italiano) acompañado del Presidente de la Republica, Dr. Eusebio Ayala. Una concurrencia multitudinaria se congregó para recibirlo en el aeropuerto.

Fue bautizado por el Obispo de Concepción y el Chaco, Mons. Emilio Sosa Gaona.

Ese mismo día tripularon la maquina, hasta Nanawa para su entrega al Estado Paraguayo.

La solemne entrega con selecta presencia, se realizo en el Fortín “Nanawa” al Comandante del 3er Cuerpo del Ejercito Cnel. Luís Irrazabal y el personal Medico del Cuerpo.
Acompañaron a la tripulación, Don Romualdo Irigoyen, Presidente de la Comisión “Pro avión”, Don Américo Albertini, como delegado civil, Don Juan Bernardo Otaño (h) Intendente Municipal entre otros.
Cumplió su misión durante toda la contienda bélica, transportando: heridos y enfermos; armas y proyectiles; víveres y otros menesteres para el abastecimiento de urgencia; misiones extranjeras.
Terminada la Guerra, este avión siguió prestando servicios a la Nación como transporte aéreo de pasajeros, correos y encomiendas.
El avión sanitario “Nanawa” fue piloteado, por el Tte. 1ro Emilio Núdelman de 1933 a 1935.
La réplica de este avion fue colocado en la Plaza "Nanawa" y es uno de los atractivos mas de la ciudad actual.

A la Villa Real.

Remonto en recuerdos al pueblo querido,
Que a medio siglo me viera nacer.
Como la alondra retorna a su nido,
Así yo te añoro y sueño volver.

Tesoro escondido para mucha gente…
“La Perla del Norte”, eres Concepción;
Revolucionaria, cuna de valientes,
Empuñas la pluma como el blasón..

Eres tu la rica “Sucursal del cielo”
Besa tu mejilla el Río Paraguay;
Ypané y el Apa marcan tus linderos
Y embruja al turista tu Aquidaban.

Señoriales casas contrastan, Oh Villa,
Que fueron pioneras en tu construcción…
Tus cordiales gentes de amplia sonrisa
Siguen conquistando ya por tradición.

Heroicos labriegos llegan cada día
Con cansinos bueyes, a “Plaza Carreta”
Trayendo hasta el pueblo esas mercaderías
De duros trabajos como cruz a cuestas.

Dos instalaciones te marcan las horas:
“reloj Salesiano” y “pito mbocaya”.
Hoy tus avenidas lucen muy airosas
Y te ennoblecen, mi linda ciudad.

Las aguas del río, la plata y tu puerto
Son los atractivos de los viajeros.
Ese Chaco´í, cuando el sol ya puesto,
Refleja el alma de tus canoeros.

En los momentos plasmaron tus hijos
Sus obras de arte de antes y ahora:
El de “los lisiados”, tus dos “obeliscos”
Y, frente al Salesiano, “la Auxiliadora”.

P. Alfredo Medina M.

martes, 11 de marzo de 2008

Sotero Cayo Miltos

Nació en el año 1843 en Concepcion del Paraguay. Inició sus estudios en el Colegio Mayo de Buenos Aires, dirigido por el educacionista Zinny. Se distinguió por su contracción al estudio. Puntual y disciplinado.
Poseía correctamente el francés y aprendía el latín. Prosiguió sus estudios en Francia. Graduóse en derecho en la Universidad "La Sorbona" de París.
Regresó al Paraguay en 1869. Las necesidades de la vida, angustiosa en aquel tiempo, le obligaron a dedicarse al comercio. Perteneció a la firma Jara, Miltos y Cía. de la Asunción, formada por Juan Antonio Jara, a quien el porvenir deparaba una brillante actuación pública.
Cayo Miltos intervino en las actividades políticas desde 1869. A poco de fundarse el "Gran Club del Pueblo", que presidía Facundo Machaín, y que, según lo afirma Cecilio Báez, componíase principalmente de los jóvenes que habían vivido en el extranjero durante el gobierno de los López y de los hombres que habían militado en la "Legión paraguaya" durante la guerra contra la triple alianza. la ideología tenía su abanderado en Cayo Miltos. Este sector político se denominó "Club del Pueblo". Adquirió una imprenta y dio vida a La Voz del Pueblo, cuya redacción se encomendó a Juan Antonio Jara, Angel Peña y Cayo Miltos. defendían ya la causa del Paraguay en la guerra que había finalizado días antes, en Cerro Corá. Es que, según el citado historiador Báez, esa agrupación, el "Club del Pueblo", componíase principalmente de los ciudadanos que habían hecho la campaña del Paraguay en los ejércitos de Solano López.
En las elecciones del 3 de julio de 1870, Cayo Miltos, candidato del "Club del Pueblo", fue electo convencional por Concepción.En sesión del 20 de agosto prestó juramento ante la Asamblea Nacional. Tomó asiento en la bancada de la minoría.
Desde las primeras sesiones de la Convención se destacó la personalidad de Cayo Miltos como leader del sector minoritario. Su apostura arrogante, su cultura enriquecida con principios libertarios, sus afanes de paz y de trabajo, le hicieron ocupar uno de los primeros puestos entre los adalides de la Asamblea Constituyente.
En el golpe del 31 de agosto de 1870, que culminó con la reposición de Cirilo Antonio Rivarola en el mando, como presidente provisorio de la República, Cayo Miltos triunfo sobre Juan Silvano Godoi y se le designo Presidente del Superior Tribunal de Justicia.
A consecuencia de ese golpe de estado fue designado presidente del Superior Tribunal de Justicia, en substitución de Facundo Machaín. Miltos también reemplazó a Machaín como miembro de la comisión redactora del proyecto de Constitución, por resolución de la Asamblea Nacional de 1870. Fue entonces, más que siempre, la exaltación de su palabra cálida, armoniosa y elegante. La Asamblea Nacional recogió su acento de orador elocuente y se extasió en la admiración de sus virtudes de tribuno.
En sesión del 24 de noviembre, Cirilo Antonio Rivarola fue electo, por treinta y cuatro votos, presidente de la República. En la misma sesión, Cayo Miltos quedó ungido, por treinta y tres votos, como vicepresidente de la Nación.
Cayo Miltos falleció en la Asunción, hallándose en ejercicio de aquél alto cargo, en diciembre de 1871. Su muerte produjo consternación, su desaparición restó a la literatura nacional un orador prestigioso y a las actividades políticas un ciudadano de doctrina, un estadista que se iniciaba vigorosamente en la dirección de los negocios públicos.
Cayo Miltos dejó un libro, editado en París en 1867. Se intitula Citoyen Paraguayen – Mensonge e verité – Guerre du Paraguay.

lunes, 10 de marzo de 2008

Un Reloj Publico.


Esta es la torre de la Iglesia de los Salesianos en la que se encuentra el Reloj y la Campana traida en el año 1910.


El 17 de Noviembre de 1910 se formó una Comisión de Damas integrada por las Sras. Vicente de Quevedo, Isabel S. de Colunga y Carmen Quevedo.
Esta Comision inició una colecta publica para la adquisición de un reloj publico con campana, artefactos estos que se han colocado en la torre de la Iglesia de los PP Salesianos, inaugurándose el 14 de mayo de 1911 en conmemoración del centenario de la Independencia Nacional.

La condición que se impuso es que el reloj pertenece en perpetuidad al pueblo de Concepción, bajo el cuidado permanente de la Municipalidad.

Ese reloj permanece hasta hoy día, claro que ya se han reparado varias veces.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Casos y cosas curiosas de antes


La primera bicicleta (similar a la del dibujo) la trajo el joven Anibal Quevedo que era uno de los hijos del acaudalado Sr. Basilio Quevedo


En 1886 se inscribieron en concepción tres curanderos de profesión, un solo medico con reconocimiento oficial y cuatro parteras empíricas.

La historia recuerda que Concepción fue bombardeada: 1) en la década del 20 po0r un barco de guerra; 2) en 1933 por un avión boliviano y 3) en varias ocasiones por la aviación gubernista durante la contienda civil del 47.

Concepción se destaco durante la Guerra del Chaco con Bolivia, del 32 al 35 por haber sido la principal cabecera de puente entre el país y el chaco, por su importante contribución en hombres, materiales, víveres y sanidad.

Concepcion "La Opulenta"

A fines del siglo XIX y durante las dos
primeras décadas del siglo XX, Concepción exportaba e importaba directamente de Francia, Bélgica, España, Italia y otros
países europeos, llegando los buques
mercantes del Ultramar directamente
a nuestro puerto, sin siquiera recalar en
el Puerto de Asunción, pues entonces no
se encontraba centralizada la Administración Pública.

Era la época en que circulaba la moneda de oro británica “Libra esterlina” y nuestra ciudad tenia entonces la fama de “Concepción la Opulenta”.

El comercio no solo se hacia con otras ciudades del Paraguay, sino a través de su puerto con el Matto Grosso brasileño hasta donde llegaban los productos de importacion, pues aquella Region del Brasil no tenia salida al Atlántico.

Llegaban de Europa al puerto de Concepción en buques Europeos, lencerías, muebles, chacinados, vinos famosos, cerveza holandesa, así como el ron de la misma nación, en fin lo ultimo de la industria europea de la epoca.

Asimismo iban de su puerto para Europa: yerba mate, tabaco, algodón, pieles, cueros salados, tanino, y otros productos de la agricultura.

lunes, 3 de marzo de 2008

Benigno del Corazon de Jesus Villa Ocampo

Nació en Concepción, Paraguay el 13 de Febrero de 1901.
Actor, autor y director de teatro, poeta, narrador y periodista.

Se casó con Maria Gloria Cabañas Penayo.
Miembro de la generación concepcionera del 25 -nucleada en torno a la revista Juvenia de don Natalicio Olmedo- y uno de los principales propulsores de la comisión pro reivindicación y rescate de los restos del mariscal López (finalmente trasladados a Asunción en 1936).
Don Benigno Villa se dedicó desde muy joven al teatro y a otras actividades culturales que dieron lustre y renombre a su ciudad natal. Integrante del Elenco Teatral dirigido por el maestro español (radicado en Concepción) don Jesús Barrios y Cajal y más tarde fundador del primer Elenco Teatral Municipal de Asunción,
Don Benigno Villa se dedicó desde muy joven al teatro y a otras actividades culturales que dieron lustre y renombre a su ciudad natal. Fue asimismo senador de la Nación y luego director de Arte y Cultura de la Municipalidad capitalina. Perseguido y encarcelado durante la dictadura de Stroessner, optó por el «exilio voluntario» -como él mismo lo llamaba- y se radicó en San Pablo (Brasil).
Llamado «el pico de oro» por sus elocuentes y encendidos discursos, incluso en el exilio siguió prestigiando a su ciudad y a su patria lejanas con la prolífica producción de su «pico» y su «pluma».
De sus obras escritas se destacan especialmente sus piezas dramáticas, y entre ellas Casilda, la más conocida, estrenada en Asunción (Teatro Municipal) en 1958 y dirigida por el célebre Roque Centurión Miranda. Otras obras teatrales suyas son: Confesión tardía, Chifladuras del día (1920), Guavirami (1926; comedia musical cuya parte melódica es de su hijo don Juan Bautista Villa Cabañas), Kurusu Isabel (1930), Apajuái (1936), Anichevene che vyro (1936) y El amor rondaba cerca (1937).
También es autor de Evocando el pasado (1950) -historia de la época opulenta de Concepción- y de Historias, anécdotas y casos (1968), obra que contiene diversos géneros y producida ya en el exilio.
Murió el 13 de abril de 1991, sepultado en el Cementerio Getsemaní de San Pablo, Brasil, junto a su esposa.



Un tranvía a mulas!!

Un tranvia con mulas
como este existio en
Concepcion a principios de Siglo



A comienzos del siglo XX, en la naciente ciudad de aproximadamente 3.00 habitantes, tuvo un tranvía a mulas que partía del Puerto hasta el Bulevar Este (hoy Av. Agustín F. de Pinedo) durante toda la semana y en feriados y domingos llegaba hasta la Cancha de carreras, en la ex casa de Alejandro Genes en Villa Armando, trayecto matizado con las voces del conductor hostigando a las mulas y que implicaba un viaje mas penoso por la arribada que debía ascender frente al Colegio Salesiano.

Este servicio tranviario pertenecía al ciudadano italiano Don Remigio Albertini y fue el primero del país.
El Sr. Jerónimo Paradeda Calvet, ya casi octogenario en la década del 50 nos solía relatar lo que era el primer tranvía a mulas.

Este medio de transporte iba a servir mas bien de paseo y para trasladar los domingos y feriados a los aficionados a la cancha de carreras, en la propiedad del Sr. Alejandro Genes (Cancha Genes), en Villa Armando.
Decía que los jóvenes caballeros adinerados fletaban el tranvía e iban quedando casa por casa, donde había chicas solteras y con una Orquesta contratada les daban serenatas e invitaban a las mismas para dar un paseo.

Llegado el tranvia a la final de la via, el conductor mudaba los animales y el grupo de paseantes retornaba de espalda alo camino que se iba desandando.
Y como toda maquina tiene sus fallas, el coche se swalia a veces de la via y los pasajeros bajaban para reponerlo en su lugar. En ese caso recuperaban el importe del paseo.

sábado, 1 de marzo de 2008

Mayor Rufino Pampliega Franco

Este héroe de la Guerra del Chaco nació en Concepción en el año 1898.
Fue hijo de Don Rufino Pampliega y Doña Rosa Franco, hermana del Presidente Manuel Franco. Fue el primer cadete nombrado por decreto del 5 de Abril de 1916, al ser creada la Escuela Militar.
Tuvo brillante actuación durante la Guerra del Chaco y con el grado de Tte. 1ro, fue Comandante de Compañía del R.I.1 “2 de mayo” en la batalla de Boquerón, y luego fue Comandante de un batallón, para fines de 1933, ya con el grado de Capitán, ser jefe del glorioso regimiento “2 de mayo”.
En 1936 ascendió a Mayor y pidió su retiro. Falleció en su ciudad natal en Diciembre de 1964, habiendo sido despedido sus restos con salvas de fusilería y su urna descansa en el Panteón de los Héroes.
Le sobrevive su viuda Alice Paradeda e hijos Dr. Aníbal, Dolly Vda. De Johansen, Blas Gerónimo, Luis María, Beba de Vargas y la Vda. del Cnel. González Bordón, a mas de numerosos nietos y bisnietos

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