- CONCEPCIÓN. El excombatiente de la Guerra del Chaco (1932-1935) Ladislao Cabral cumplió el viernes último 104 años. Sus familiares, vecinos, amigos y miembros de la 4ta. División de Infantería compartieron con él su cumpleaños. A pesar de los años, recordó su experiencia en el campo de batalla donde fue herido y arrastrándose hasta el puesto sanitario de su unidad fue asistido y así pudo salvar su vida.
El héroe nació en Concepción el 27 de junio de 1910 y, según recordó con sorprendente lucidez, en 1930 salió del cuartel y fue uno de los primeros en presentarse cuando se iniciaron las movilizaciones para ir al Chaco en 1932.
Durante su servicio militar su regimiento fue el 2 de mayo y en la contienda perteneció al Regimiento de Infantería N° 18 “Pitiantuta”. Resaltó que al Chaco fueron varios hombres en una embarcación de Heriberto Colombino, desembarcaron en Puerto Casado, desde donde caminaron hacia el Fortín Nanawa; debido a la hinchazón de sus pies se quedó en el Fortín Orihuela.
“Cuando llegamos a Puerto Casado nos dieron unos zapatones porque debíamos caminar. En ese entonces no había transporte hasta Nanawa. Caminamos por zonas donde había mucha agua, quedé en el Fortín Orihuela porque ya no podía caminar. Mis pies estaban hinchados, tuve que esperar una carreta”, dijo en guaraní.
Señaló que recorrió mucho durante la guerra, pero en especial rememoró que fue partícipe de la batalla de Cañada Strongest que se libró entre el 10 y el 25 de mayo de 1934. “Fuimos en tren hasta el lugar conocido como 180 y de ahí caminamos hasta Strongest, donde asaltamos”, recordó.
Durante la guerra Ladislao Cabral fue herido en la pierna derecha en uno de los combates contra el ejército boliviano. “Fui herido el 24 de diciembre de 1934, recibí un impacto de mortero en la pierna derecha, le comuniqué a mi comandante de pelotón que estaba herido y me dijo que vaya a la sanidad. Arrastrándome llegué hasta el lugar y ahí me alzaron sobre una mesa y me pusieron una sonda en la herida”, explicó.
Para ser mejor asistido tuvo que ser trasladado a otra zona y para ello sus superiores lo montaron a un burro que tenía consigo su cría. “Di dos vueltas de ysypo al cuello del animal y con una faja que había quitado de un soldado boliviano cubrí mi pierna herida. En una parte del viaje el burro se tropezó y caí al suelo”, recordó y sonrió durante su relato. Luego de haber sido herido ya no regresó al campo de batalla.
El excombatiente tuvo 9 hijos, dos ya fallecieron y desde hace seis años es viudo. Sus familiares no tienen contabilizados cuántos nietos, bisnietos y tataranietos tiene, además comentaron que el héroe camina solo y que “come de todo”, pero poco, mencionaron.
Don Ladislao, durante su juventud, se dedicó a ser sastre y luego aguatero, vendía agua en carro por los barrios de Concepción. Dijo que es del club Cerro Porteño y en Concepción es del club Mariscal López, además de ser del Partido Febrerista, al cual se refirió como una nucleación que ha terminado.
ABC
Durante su servicio militar su regimiento fue el 2 de mayo y en la contienda perteneció al Regimiento de Infantería N° 18 “Pitiantuta”. Resaltó que al Chaco fueron varios hombres en una embarcación de Heriberto Colombino, desembarcaron en Puerto Casado, desde donde caminaron hacia el Fortín Nanawa; debido a la hinchazón de sus pies se quedó en el Fortín Orihuela.
“Cuando llegamos a Puerto Casado nos dieron unos zapatones porque debíamos caminar. En ese entonces no había transporte hasta Nanawa. Caminamos por zonas donde había mucha agua, quedé en el Fortín Orihuela porque ya no podía caminar. Mis pies estaban hinchados, tuve que esperar una carreta”, dijo en guaraní.
Señaló que recorrió mucho durante la guerra, pero en especial rememoró que fue partícipe de la batalla de Cañada Strongest que se libró entre el 10 y el 25 de mayo de 1934. “Fuimos en tren hasta el lugar conocido como 180 y de ahí caminamos hasta Strongest, donde asaltamos”, recordó.
Durante la guerra Ladislao Cabral fue herido en la pierna derecha en uno de los combates contra el ejército boliviano. “Fui herido el 24 de diciembre de 1934, recibí un impacto de mortero en la pierna derecha, le comuniqué a mi comandante de pelotón que estaba herido y me dijo que vaya a la sanidad. Arrastrándome llegué hasta el lugar y ahí me alzaron sobre una mesa y me pusieron una sonda en la herida”, explicó.
Para ser mejor asistido tuvo que ser trasladado a otra zona y para ello sus superiores lo montaron a un burro que tenía consigo su cría. “Di dos vueltas de ysypo al cuello del animal y con una faja que había quitado de un soldado boliviano cubrí mi pierna herida. En una parte del viaje el burro se tropezó y caí al suelo”, recordó y sonrió durante su relato. Luego de haber sido herido ya no regresó al campo de batalla.
El excombatiente tuvo 9 hijos, dos ya fallecieron y desde hace seis años es viudo. Sus familiares no tienen contabilizados cuántos nietos, bisnietos y tataranietos tiene, además comentaron que el héroe camina solo y que “come de todo”, pero poco, mencionaron.
Don Ladislao, durante su juventud, se dedicó a ser sastre y luego aguatero, vendía agua en carro por los barrios de Concepción. Dijo que es del club Cerro Porteño y en Concepción es del club Mariscal López, además de ser del Partido Febrerista, al cual se refirió como una nucleación que ha terminado.
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