Un extranjero que se radicó en el Paraguay, que coadyuvó con el desarrollo del país y es digno de ser recordado como uno de los ciudadanos del Bicentenario de la República, es don Remigio Albertini Rocha.
Había nacido en Ascona, Italia, el 15 de enero de 1845, y con 30 años de edad, llegó al Paraguay en 1875 y se instaló en la ciudad de Concepción, donde fue un próspero empresario, especialmente del rubro importador.
Se casó con doña Carmen Quevedo, con quien inició la estirpe Albertini en el país. Fue, con don Aurelio Santiago Agüero, fundador en 1897, de una empresa tranviaria que circuló en Concepción. También se dedicó al mejoramiento de razas bovinas e instaló en Concepción la primera usina eléctrica que funcionó en la ciudad.
Don Remigio Albertini fue, pues, uno de los principales propulsores de la reconstrucción nacional en el norte del país. Falleció en Goya, Argentina, mientras viajaba —por tercera vez— a Europa, el 26 de agosto de 1906.
Había nacido en Ascona, Italia, el 15 de enero de 1845, y con 30 años de edad, llegó al Paraguay en 1875 y se instaló en la ciudad de Concepción, donde fue un próspero empresario, especialmente del rubro importador.
Se casó con doña Carmen Quevedo, con quien inició la estirpe Albertini en el país. Fue, con don Aurelio Santiago Agüero, fundador en 1897, de una empresa tranviaria que circuló en Concepción. También se dedicó al mejoramiento de razas bovinas e instaló en Concepción la primera usina eléctrica que funcionó en la ciudad.
Don Remigio Albertini fue, pues, uno de los principales propulsores de la reconstrucción nacional en el norte del país. Falleció en Goya, Argentina, mientras viajaba —por tercera vez— a Europa, el 26 de agosto de 1906.
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