Esta construcción es una de las que se hicieron a
iniciativa del presidente de la República de esa época, el Dr. Eligio Ayala. El
puerto definió la vida de la ciudad en la época de la opulencia, fue un puerto
internacional a donde llegaban y de donde partían personas y mercaderías a los
puertos europeos a través del Río de la Plata. Actualmente, se realizan
trabajos de restauración en el sitio debido a que será utilizado como un centro
cultural.
La Plaza de la Libertad es el lugar fundacional de la
Villa Real en 1773. Primero se llamó la Plaza de la Comandancia o Plaza de
Armas, ya en la época de la opulencia se la llamó Paseo Victoria y en el año
del Centenario se elevó la estatua. El monumento se debe originalmente a Pedro
Calabrese y Cía.
Los medallones que se observan en la base del monumento
son de Crocce; la estatua de Calabrese se deterioró y se recurrió al escultor
Francisco Almeida para la reconstrucción de la misma; según datos de la época
la estatua es de bronce. Actualmente, lo único original que queda de la primera
época son los medallones de mármol, con la última restauración recuperó su
estilo original.
La actual sede de la Escuela Taller de Concepción es una
construcción de estilo italianizante, almohadillado con falsos capiteles
toscanos, de grandes proporciones. Data del año 1918, pertenecía a los grandes
almacenes SASA - Segundo Antonioli Sociedad Anónima. Ha sido restaurada por los
alumnos de la escuela.
El local del Obispado de Concepción ocupa la antigua
residencia de don Rosendo Carísimo que la construyó en 1888, luego perteneció a
don Aurelio Agüero. En el siglo XIX fue una de las mejores residencias
señoriales del país.
Al crearse la Diócesis, doña Regina Gaona de Onetto la
adquirió para la Diócesis. Sirvió de refugio para las mujeres en la revolución
de 1947. Conserva una puerta cancel esculpida en madera con cristales
biselados, mosaicos, cielo raso y linternas originales.
Una de las últimas obras “art decó” del arquitecto vasco
José Chust fue la “Mansión Otaño”, construida en la década del 40 (siglo XX).
Perteneció a don Rufino Otaño, quedó en ruinas por un
tiempo considerable, por las deudas de la familia, quedó en propiedad
municipal, en ésa época, fue objeto de despojos, los antepechos de mármol de
carrara fueron extraídos. Tiene elementos ornamentales como los azulejos
esmeraldados y las barras de hierro en el parapeto superior.
Actualmente, en el lugar funciona el Museo Contemporáneo
de Concepción y Norte, el propulsor del espacio artístico fue el arquitecto
Carlos Colombino.
El Palacete Municipal fue construido en 1898, fue el
primer local municipal levantado en el país. Es obra del italiano Michele
Perito, de estilo neoclásico italianizante. Sufrió varias transformaciones, fue
construido durante la presidencia de José Canale (Pdte. de la Junta Municipal).
La Junta resolvió construir el palacete por la creación de la Biblioteca
Municipal, por lo que se vio la necesidad de tener un edificio para albergar la
biblioteca que fue donada por el Sr. César Gondra.
Como dato curioso podemos apuntar que al inaugurarse el
local, se hace constar en el acta de inauguración que los primeros en firmar
sean los miembros de la junta que estuvieron cuando se resolvió construir el
palacete.
El “Monumento al Indio” es el más alto de toda América
entre todos los dedicados a los primeros habitantes del continente. Tiene 45
metros de altura y no obedece, como obelisco, a una construcción artística
creativa, sino que se construyó teniendo como vértebra una estructura de hierro
que era una torre que el pueblo llamaba “TELEFUNKEN”. Cuentan que se utilizó
para las comunicaciones con Europa durante la Guerra Mundial.
En 1960 se iniciaron los trabajos de construcción del
“Monumento” a iniciativa del Ministro de Obras Públicas de la época, Gral.
Marcial Samaniego. Se recubrió toda la antigua torre con argamasa y ladrillo y
luego se le aplicó una cubierta de “cerecitas” o “pastillitas” impermeables,
para su conservación, lo cual hizo posible que conserve ese color sin que nunca
se lo haya pintado.
Las columnas en líneas quebradas u oblicuas del llamado
“estilo Brasilia”, sostienen una terraza. La estatua es obra del escultor
paraguayo Francisco Báez Rolón. En el año 1961, fue inaugurado el “monumento”
como parte de los festejos del sesquicentenario de la Independencia Nacional.
Fuente:
ABC Color
2 comentarios:
Gracias por la historia Soy Concepcionero...la raiz, identidad.
Soy concepcionera de corazon, felicitaciones por esta pagina y quisiera colaborar con algunas fotos que tengo como del seminario saladillo y otros.gracias y adelante!
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