
"Santacruz" era un prisionero boliviano que cayo durante la Guerra del Chaco y vino a parar con otros tantos en Concepción y fue el único que no quiso ser repatriado y quedo hasta morir entre nosotros.
Era de baja estatura, mas bien rechoncho y con las piernas muy encorvadas, desplazándose con típicas zancadas, resaltando siempre su eterno champión blanco de color de tierra roja de Concepción.
De esta manera se destacaba su personalidad y entre sus actividades era el ayudante en casas de familias que lo cobijaban para trabajos domésticos y sobre todo para mandados al mercado o a los almacenes.
Muchas gentes lo conocieron, era asiduo comprador.
Cuenta el Dr. Pedro Ruso: que era frecuente verlo en el almacén de sus padres “Almacén Europa” y su madre diariamente le decía: “Y que van a comer hoy Santacruz?”, y siempre tenia una sola respuesta: “Y Doña Ana, tallarín con batata”.
Yendo por las calles, siempre había gente que le ayudaba con unos pesitos, pero a condición de su única habilidad que divertía a chicos y adultos, lo demostraba en ese momento, y comenzaba a saltar, con un zapateo de pasos muy cortos y cantaba: “La calesita se deschochó… de tanta vuelta que dio, se deschochó y se deschochó, de tanta vuelta que dio, se deschochó y se deschochó…”
Un día supimos que fue internado en el Hospital Regional, donde falleció y fue sepultado en el Cementerio local gracias a un cajón donado por la Municipalidad, como es de ley para con los desamparados.
1 comentario:
Clemenre opino lo sgte:
A este todavia tuve el privilegio de conocer, hace ya 40 años que deje mi querida concepcion y cuanta añoranza ya me causo, hoy viviendo en Mexico, no dejo de visitar mi querida ciudad y claro a mis familiares, felizmente en segundas nupcias hoy le tengo por esposa a una linda concepcionera.
Clemente Coronel Ovelar
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