
Era rechoncho con abdomen prominente, que mas bien seria falsa gordura por su extrema afición al alcohol, temblándole los labios y babeando como un beodo consuetudinario evidente.
Diariamente frecuentaba al Café “Europa”, ya en su local de Mcal. Estigarribia e Iturbe, a principios de la década del 40 y mi padre le seria una copa de caña especial y quedaba dormitando sobre la mesa y lo trágico es que en ese estado se orinaba en los pantalones, así sentado como estaba y la servidumbre, una vez desalojado del local, quedando dormido en la vereda, tenia que baldear el negocio con desodorantes para eliminar el pestilente olor.
El Pitu-Pitu Catalán no ofendió nunca a nadie y prácticamente no conversaba y así pasó su vida hasta el final, en que no sabemos como acabó.-
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